Por: Gorki Maquera
Puno. Es un grato honor reseñar la vida de Dora Alicia Benavides Ochoa de Rodríguez, esposa del extinto Eduardo Rodríguez Ponce de León, quien le presta su nombre al coliseo puneño.
Ella nació el 2 de mayo de 1924, en el barrio Azoguine de la ciudad de Puno, en un inmueble ubicado en la intersección de los jirones Loreto y Lambayeque. “Esos fueron mis lugares donde compartí gran parte de mi vida”, comenta.
¿Cómo inició a practicar el baloncesto?
Desde los 6 a los 13 años tuve la inquietud de practicarlo con las niñas de barrio. Hasta los 13 años integré la selección del colegio Santa Rosa y tuve el reconocimiento de la plana administrativa y profesores. Antes de cumplir los 14 años de edad (1938), mis padres optaron en internarme en la Escuela Magisterial de Lampa, puesto que hubo una convocatoria nacional para los talentos en varias materias y ahí empezó todo.
¿Fue en esa institución donde fortaleció su desempeño deportivo?
Precisamente. Los futuros profesores realizamos todo tipo de competencias basquetbolísticas. Incluso vinieron señoritas de Lima, Chiclayo y Arequipa y era oportuno formar una selección para realizar partidos de nivel. Participamos en un campeonato realizado en Arequipa; luego fuimos invitados para viajar a Bolivia. Allí nos hospedaron en el colegio María Auxiliadora de La Paz.
En un primer partido les ganamos a las bolivianas. Ellas no quisieron aceptar la derrota y programaron una revancha; sin embargo, las volvimos a ganar. Recuerdo a las hermanas Luz y Marina Ascárraga.
Me contaron que siguió cultivando el deporte en Lampa…
Hicimos varios partidos por el lapso de cinco años, hasta que nos llegó el momento de egresar e irnos a trabajar de profesoras integrales. Recuerdo mucho a mi compañera Urpiana Camacho, con quien practicamos intensamente el deporte.
A los 21 años conocí a Eduardo Rodríguez Ponce de León, quien se convirtió en mi esposo y con él llevamos de la mano al club Independiente; yo me desempeñaba como pívot.

¿Qué otros recuerdos tiene de esa época?
Yo tenía mucha valentía, hasta jugaba en proceso de gestación. Jugué en la selección de Puno en la década de los 60. Nos topamos con las selecciones de Arequipa y Tacna en un campeonato nacional. En nuestro equipo Independiente yo cosía las camisetas. En los años 63, 64 y 65 fui deportista y acompañé a las selecciones.
¿Recuerda cómo se inauguró el Coliseo de Puno?
Antes llegamos a jugar los campeonatos nacionales de Chiclayo e Iquitos. Recuerdo que en Arequipa hicimos una manifestación para que construyan el coliseo. Era en el año de 1956. Luego hubo luz verde. Pasó el tiempo y el 29 de julio de 1966 se inauguró. En esa ocasión se realizó el campeonato juvenil y yo era la representante.
A sus hijos y los jóvenes de hoy, ¿qué decirles?
Que sigan jugando básquetbol, porque es lo más bello de la vida. Felizmente mis 8 hijos están vivos; 6 varones y 2 mujeres. Ellos me quieren mucho.
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