Puno. Durante el primer día de la parada y veneración a la Virgen de la Candelaria, se notó un verdadero caos, debido a la mala organización por parte de la Municipalidad Provincial de Puno, cuyos funcionarios no previeron el libre tránsito de las unidades vehiculares, venta de bebidas alcohólicas ni el comercio ambulatorio.
Un vecino de del jirón Cahuide, Miguel Aquize, evidenció su malestar, debido a que las inmediaciones de su domicilio se convirtieron “en tierra de nadie”, por el abuso excesivo de bebidas alcohólicas por parte de los danzarines y población en general.
INFRINGEN NORMAS
A pesar de que la Municipal Provincial de Puno impuso ordenanzas municipales prohibiendo la venta de bebidas alcohólicas, la población puneña y visitantes nacionales y extranjeros hicieron caso omiso.
En las diferentes calles de la ciudad de Puno, en efecto, se pudo observar el excesivo comercio ambulatorio, además de familias enteras que se dedicaron a la venta de platos de comida, como parrilladas, polladas y ceviche.
Asimismo, se pudo observar que la avenida Costanera se volvió un baño público para los danzarines y espectadores de las danzas que participaron en esta primera fecha de la parada en honor a la virgen de la Candelaria.
En cuanto a seguridad, el sereno William Bellota Chambi refirió que se notó el abuso del consumo de bebidas alcohólicas, en especial de parte de los jóvenes, complicando su tarea, pues los delincuentes aprovechan justamente estos excesos para cometer sus fechorías.
Asimismo, informó que varias personas terminaron intoxicadas, en tanto que otras tuvieron que ser llevadas al hospital de Puno.
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