Alemania estaba conmocionada este jueves por un doble ataque contra bares que dejó nueve muertos en la ciudad de Hanau, cerca de Fráncfort, un atentado con claras motivaciones “racistas”, según las autoridades.
Las víctimas, algunas de las cuales son de origen o nacionalidad extranjera, tenían entre 21 y 44 años, según la fiscalía. Un bosnio y un búlgaro figuran entre los fallecidos.
Asimismo, el presunto atacante, Tobías R., un alemán de 43 años, fue hallado sin vida en la mañana de este jueves en su apartamento, junto al cuerpo de su madre, muerta por disparos, lo que lleva a un total de 11 fallecidos.
“El racismo es un veneno, el odio es un veneno. Y este veneno existe en nuestra sociedad”, lamentó la canciller Angela Merkel, evocando una serie de asesinatos y atentados de las últimas dos décadas ligados al terrorismo de extrema derecha y al fanatismo religioso.
La fiscalía antiterrorista está investigando si el autor tuvo algún cómplice para llevar a cabo estos ataques, cuyo móvil es “profundamente racista”.
La primera matanza tuvo como blanco el miércoles por la noche en un bar de narguilé, el Midnight, en el centro de Hanau. Luego el atacante partió en automóvil al Arena Bar, en el barrio de Kesselstadt, donde disparó contra quienes estaban en la zona de fumadores, matando a otras cinco personas, entre ellas una mujer.
El presunto autor, que siguió una formación de consejero financiero después de cursar estudios de gestión, dejó un video y un manifiesto de 24 páginas, que la AFP pudo consultar.
En él, hace un llamamiento a “exterminar” la población de al menos 24 países, entre ellos los del norte de África, Oriente Medio, Israel o el sur de Asia. Introduce tesis raciales, y asegura que ha estado vigilado por los servicios secretos desde su infancia.
Los investigadores también encontraron su automóvil, que contenía municiones y cargadores. El sospechoso tenía licencia de caza.
Entre los muertos figuran “varias víctimas de origen kurdo”, según un comunicado de la Confederación de las Comunidades del Kurdistán en Alemania, que acusó a los dirigentes alemanes de no luchar “decididamente contra el terrorismo de extrema derecha”.
La asociación Ditib, principal organización de la comunidad turca musulmana en Alemania, pidió más protección para sus fieles que “ya no se sienten seguros”.
Los titulares de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen; de la Eurocámara, David Sassoli; y del Consejo Europeo, Charles Michel, se dijeron “conmocionados” por la tragedia y condenaron el “odio” y la “violencia”.
Fuente: AFP
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