Por: Roberto Ramos Castillo
El centenario del nacimiento del pintor Víctor Humareda se cumple este 6 de marzo. El diario Los Andes, comprometido con el desarrollo de la cultura regional, se incorpora al conjunto de homenajes que se le tributa. En 1985, un año antes de la muerte del famoso pintor, Roberto Ramos Castillo, del colectivo cultural “Jóvenes Bustamantinos”, le realizó la siguiente entrevista. Rescatamos para nuestros lectores aquella conversación publicada en una revista local lampeña, después de 35 años.
EL ORIGEN DE UN PINTOR
Leamos a continuación el mundo subjetivo del artista:
“Un día, en Lampa (Puno), mi padre luego de trabajar duramente se tendió sobre la hierba, y se quedó profundamente dormido. En sus sueños vinieron todos los arlequines y pierrots del mundo y lo dijeron que engendre a un hijo, esto le decía con música de fondo de Beethoven y recitando “El Cuervo de Edgar Allan Poe”.
“Mi padre les hizo caso, escogió la mujer más hermosa y más buena de Lampa, y procedió a dar cumplimiento a la solicitud de los arlequines y pierrots. Yo todavía era niño, sin embargo, quería expresar todo lo que me pasaba, después de mucho probar, encontré que la pintura era mi voz, era mi respiración, que yo había nacido para pintar, que en el gran teatro del mundo yo tenía un rol que desempeñar” (La Prensa, 26/10/74, “Todo un pintor. Nilo Espinoza Haro).
Hace algún tiempo que enviamos esta entrevista escrita a Víctor Humareda, el tiempo transcurría y nos hacía perder la esperanza de respuesta alguna. Pero, no faltan gente amante al arte y admiradores de Humareda, gracias a sus gentiles molestias hemos recibido esta respuesta en original. Claro don Víctor, ya no es mismo – “el arlequín atormentado”-. Nos puso letra de un mar en tempestad y tormenta como su último cuadro, fue difícil, pero muy placentero ordenar y descifrar estas letras –olas convulsionadas- que fielmente nos expresan el mundo en que vive nuestro gran artista. (No podía hablar por el cáncer que padecía en la garganta)
He aquí el testimonio de una conversación en silencio.
– Don Víctor Humareda, empecemos esta entrevista. Hablemos de Lampa, Sr. Humareda, nuestra Revista es puneñista y lampeña por excelencia.
Ud., alguna vez para “Expreso” (diario nacional), había respondido así cuando le preguntaron, dónde había nacido: “De Lampa, donde viví hasta los 18 años, fui creciendo fuerte como un toro y garabateando estrellas, porque de Lampa, que está a 4,000 metros sobre el nivel del charco, se puede levantar el brazo y darle la mano a Dios.
“Mi primer lienzo fue pues el propio cielo de Lampa. Cielo tan hermoso como si lo hubiera pintado yo…”
V. Humareda.- No me acuerdo haber dicho eso.
¿A qué se debió su éxodo de Lampa?
V. Humareda.- Me acostumbre a vivir en Lima en la Parada.
-Existe en Ud., alguna nostalgia por Lampa?.
V. Humareda.- Sí, en algo-
¿Qué vibraciones tiene en su memoria, el recuerdo de sus padres, de la casa donde nació y vivió sus primeros años?
V. Humareda.- Mi padre murió cuando tenía cuatro años, mi madre hace muchos años.
– Recuerda aún su mundo escolar, su Escuela 871, sus profesores, sus compañeros, las figurillas que cortaba en tijeras y el burrito que formó en sus manos con arcilla serrana?
V. Humareda.- Sí recuerdo, deben estar en los recortes en papel de color en esa Escuela 871.
-Cómo recuerda la fiesta del ocho de diciembre, de los ukumaris (osos de la montaña) que siempre habla Ud.?
V. Humareda.- Muy linda. Ojo, he pintado esa fiesta, está en el museo de arte. (Actualmente el óleo se encuentra en el MALI en el Museo de arte de Lima)
– No extraña la lluvia cristalina, el aire puro (ideal para un romántico como Ud. –como dice en la crónica 1975-)…
V. Humareda.- Sí extraño, pero mi salud no creo me permita ir a Lampa.
-¿En Lampa pintó Ud. Algún cuadro?
V. Humareda.- No, hace años creo… pero no pinté nada interesante.
-En Lampa hoy en día se habla de su arte, es un tema de la juventud y se le estudia en el colegio; ya no es un desconocido. ¿Qué le parece?
V. Humareda.- Me parece muy bien, me da mucho gusto que me conozcan.
– ¿Sigue teniendo los 18 años que no pasan, exactamente la edad que salió de Lampa? ¿Qué significa: “¿que la cronología vital avanzó en Lampa y en Lima se durmió”?
V. Humareda.- Me siento joven y feliz, mientras pintas hay color, paisaje y lindas mujeres.
– El Ande es fecundo en soledad y tristeza, muchos lo han calificado como el “pintor de la soledad y la tristeza”, el pintor que “transmite soledad y angustia”. ¿No cree Ud. que hay influencia de aquella solitaria, triste y fría flor que es su tierra, que se llama Lampa; o es que su existencialismo sartreano, como lo han dicho muchos, está en todas partes?
V. Humareda.- Sí me gusta Sartre. Diría que soy existencialista. Mi vida es pintar y ver mujeres bonitas.
-Hasta qué punto interviene el mundo andino y la fuerza telúrica en su arte?
V. Humareda.- He pintado la diablada puneña, hay mucho color y ritmo.
-¿Por qué tanto sueño con Marilyn Monroe y París; y no sucede lo mismo con una mujer puneña o con el terruño lampeño?
V. Humareda.- París era bello, pero me fotografié con edificios modernos. Marilyn Monroe es bella. Yo no vivo en Lampa.
Ahora vayamos a su mundo de Lima, su mundo normal.
– Qué significa. ¿Qué tiene de hermoso para Ud., vivir en ese mundo de mendigos, locos, prostitutas, emolienteros, hampones, que reinan en la parada?
V. Humareda.- Es mi mundo, es como “La Corte de los Milagros” de Víctor Hugo.
-¿Por qué la terquedad de seguir viviendo más de 25 años en su apartamento ya legendario del Hotel Lima de la Victoria?
V. Humareda.- Ahora vivo en dos cuartos: uno para pintar y otro para dormir, el ambiente que rodea el Hotel me gusta.
– A Ud. lo califican como el “último bohemio “el “arlequín atormentado”. ¿Está Ud. de acuerdo?
V. Humareda.- Sí pinto arlequines y pierrots, a través de ellos expreso mi angustia y soledad.
-Ud. tiene dos anhelos fundamentales: uno, dominar el color; y el otro, pintar para la humanidad. ¿Ese anhelo ya lo logró?
V. Humareda.- Sí. Dominar el color y pintar, porque es la razón de mi vida.
– Lo han llamado “Toulouse Lautrec Peruano”. ¿En qué se parece y difiere con el pintor francés?
V. Humareda.- Me parezco por los ambientes que frecuentamos y sus personajes…
– Qué es para Ud., el arte, la pintura. Si le dijéramos que el arte es un compromiso con el pueblo, que es la expresión de la vida, de sufrimientos y alegrías. ¿Qué nos respondería?
V. Humareda.- El arte, para mí, es la expresión de la belleza y la pintura es forma, color y sentimiento.
-¿Sigue Ud. sosteniendo que es el mejor pintor del Perú?
V. Humareda.- Sí, tengo esa convicción.
-Si no es imprudencia, ¿tiene Ud. dentro sus cuadros alguno preferido? ¿Qué significa para Ud. su polémico cuadro “La Noche de los Generales” y dónde está?
V. Humareda.- Se lo llevaron a EE.UU., un señor dueño de una galería.
-Si le preguntáramos por un artista que Ud. admire: uno de Puno, otro del Perú, y un último el extranjero. ¿Qué nos respondería?
V. Humareda.- Yo admiro a Víctor Humareda, a Beethoven y a Garfa.
-En fin, quién es Víctor Humareda, cómo te defines, ¿eres expresionista?
V. Humareda.- Yo soy pintor, mi anhelo es conocer el color y la forma.
Por último, vayamos a nosotros, los integrantes de la “Revista Jóvenes Bustamantinos”.
-Si los jóvenes que hacen cultura y arte, el Municipio (Lampa) le pidiéramos que venga a Lampa, para terminar un mural, ¿en qué condiciones lo haría y cuándo?
V. Humareda.- Mi salud no me permitiría pintar un mural.
– Para terminar, ¿qué le diría a la juventud lampeña, a los nuevos jóvenes que hacemos cultura?
V. Humareda.- Ya vinieron jóvenes del colegio Bustamante. Les diría que cultiven el arte en todas sus manifestaciones.
Gracias, don Víctor.
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