Más de 394 viviendas dañadas por desborde de torrentera y más de 25 vehículos sepultados bajo el lodo
Por: José Manuel Quispe Qquenta
No pueden más. “Por favor, ayúdennos. No tenemos qué comer, el huaico se llevó todo”, exclama Cristian Cayra Incahuanaco, mientras llora desconsoladamente.
A su lado, su madre doña Martha Incahuanaco sollozando cuenta que estaba sola en casa cuando de repente, la torrentera se desbordó e ingresó con fuerza a su vivienda.
Ella intentó cerrar su puerta pero el huaico la arrastró, causándole moretones y heridas en una de sus piernas.
“Me duele mucho pero lo que más me duele es la indiferencia de las autoridades. Tengo deudas en los bancos. Ahora no tengo dinero para pagar”, cuenta, mientras abraza a su hija menor.
El primer piso de su casa quedó cubierto de lodo, mientras los productos de la tienda y la cocina como la lavadora, el microndas, las mesas, sillas y todos los muebles que estaban en los tres ambientes, ya no sirven.
Sus vecinos al ver la desgracia de la familia Cayra Incahuanaco llevaron una jarra de quinua para que puedan comer.
Pero con el dolor de ver todo lo que en 25 años construyeron, no podían probar nada.
Sin embargo, al promediar las 08:00 horas, el alcalde del distrito José Supo llegó al lugar, quizá para ayudar a los damnificados o solo a supervisar la zona.
“Es un desastre de la naturaleza. Nosotros hemos limpiado la torrentera hasta cuatro veces”, dijo ante los medios de comunicación presentes, pero los vecinos enfurecidos denunciaron que no era cierto.
“¡No mienta señor alcalde! ¡Usted no hizo limpieza!”. Gritaban las personas que lo habían perdido todo y solo les quedaba la voz para hacerse escuchar. A insistencia de los vecinos, la autoridad edil entró a las viviendas afectadas y la señora Martha sin importarle nada, le enseñó las heridas que le había ocasionado el huaico.
“¡Ayúdennos. No tenemos nada!”, le pedía al burgomaestre, quien se limitó a decir que el encargado de Defensa Civil estaba ahí, y tomaría sus datos.
Los vecinos al ver la reacción de la autoridad continuaron reclamando y reprochándole sus inacciones.
Ante esta situación, José Supo tuvo que retirarse. Pero al promediar las 11.00 horas, los pobladores del sector de Cristo Rey, donde también habían casas inundadas y carros casi sepultados de lodo, retuvieron un vehículo de serenazgo del municipio, exigiendo la presencia del alcalde.
Solo en el sector de Pozo Negro, más de cuatro casas se inundaron de lodo y más de 25 carros quedaron casi sepultados con tierra. (Ver cuadro)
Terminales
Las puertas principales de ingreso al Terminal Terrestre y Terrapuerto de Arequipa permanecieron cerradas durante la mañana de ayer, debido a la limpieza que realizó el personal para sacar el lodo que ingresó tras el desborde de la torrentera de Los Incas, la noche del martes.
Se suspendió la salida de más de 290 buses interprovinciales de 65 empresas, la venta de pasajes y el traslado de encomiendas programados.
“La pérdidas han sido cuantiosas por la cancelación de pasajes y la suspensión de algunos viajes”, aseguró Marco Chauca, gerente de Corattsa. Alrededor de 26 mil personas transitan diariamente en los terminales.
Los viajeros, principalmente aquellos que compraron sus pasajes con anticipación, se quejaron por la falta de información acerca de la situación.
“Estuve llamando a los encargados de la empresa pero no responden. He venido ahora temprano al terminal, tenía que viajar a las ocho de la mañana”, dijo Milagros Casas (42), quien compró cuatro boletos para viajar junto a sus tres hijas a Cusco.
Entre tanto, buses de diferentes empresas de transporte utilizaron la avenida Arturo Ibáñez para el embarque y desembarque de pasajeros.
Sus representantes ofrecían en la vía pública boletos para viajar a diferentes destinos, sin tener algún tipo de control de parte de las autoridades competentes. Solo algunos policías de Tránsito, trataban de ordenar las unidades que ocuparon parte de las vías.
Ya en horas de la tarde de ayer, el Terminal Terrestre y el Terrapuerto volvieron a atender.
Vías
El mal temporal también provocó la interrupción del uso de algunas vías de la provincia. La carretera Arequipa – Puno fue interrumpida al tránsito vehicular al menos por tres días más, debido al colapso de un tramo de la infraestructura del puente Monserrat (Yura).
Mientras ello ocurre, se habilitó la vía Cabrerías – Patahuasi (Cayma), para el paso de las unidades.
Sabías que
Durante la tarde de ayer, luego de varias horas, se logró retirar dos vehículos que fueron arrastrados y sepultados por el lodo de la torrentera que atraviesa el distrito de Paucarpata.
Activación de torrenteras generan caos
Solo en una hora, el desborde de la torrentera que atraviesa el sector de Tingo (Arequipa), inundó algunas viviendas e interrumpió uno de los principales accesos hacia los distritos de Hunter, Tiabaya y Sachaca.
La avenida Alfonso Ugarte, a la altura del cuartel Arias Aragüéz quedó inundada, ningún vehículo podía transitar por esta vía. El mismo problema se presentó en el puente de Tingo.
La torrentera que atraviesa la zona de Bellavista también obstaculizó el acceso de unidades de transporte hacia Hunter, durante la noche del martes.
También se presentó problemas por el acceso de la Av. Las Peñas.
Esto causó molestias en la población del distrito, debido a que prácticamente quedó aislada, teniendo como única vía para poder acceder, la zona de La Paisajista. Cuyo ingreso es por el distrito de Socabaya.
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