En Puno es el único diario regional y en Arequipa se va haciendo un nombre
Un diario no siempre entrega la información más completa. Quizá sus páginas no cuenten las noticias tal como sucedieron, incluso puede ser que no se publique la información que esperábamos; sin embargo, su papel sigue siendo importante, porque registra nuestra historia colectiva, son los notarios de los acontecimientos que se suscitan en la ciudad; y, naturalmente, expresan el sentir colectivo de una sociedad.
Y hablando de historia, es bueno recordar brevemente la historia de la prensa escrita en el Perú.
El acontecimiento más importante lo ha marcado El Comercio cuando salió por primera vez el 4 de mayo de 1839. Hoy el Comercio es un grupo de comunicación que abarca incluso varios medios escritos, las redes digitales y canales de televisión
DIARIOS REGIONALES
Cusco fue uno de los activos promotores del periodismo: ‘El Depositario’ fue un periódico que vio la luz en 1821.
En Arequipa se publicaron: ‘La Primavera de Arequipa’ (1825), ‘El Zancudo Preguntón’ (1829). El diario que circula hasta nuestros días es ‘El Pueblo’, fundado el año 1905.
DIARIOS DE PUNO
Puno fue uno de los departamentos más prolijos en producción intelectual; personajes de la talla de José Antonio Encinas, Federico More y Arturo Peralta, inspiraron la producción de un gran número de diarios en esta región. Entre los más importantes se encuentra el diario ‘Los Andes’
En Puno, el único diario de circulación regional en la actualidad es ‘Los Andes’ fundado el 12 de octubre de 1928, por Ignacio Frisancho, Carlos Barreda y José Herrera. La primera edición salió con el lema “Diario noticioso al servicio de los intereses del departamento”, y se editó en la imprenta de J. G. Herrera, luego fue trasladado a jirón Lima, a la casa de Ignacio Frisancho.
Esta primera generación de Los Andes, dirigida por Ignacio Frisancho Macedo, enarboló la defensa de libertades y estuvo muy identificado con la visión moderna del mundo; la primera edición se editó en linotipo y solo 4 páginas, en ediciones vespertinas.
El año 1963, el periodista Samuel Frisancho Pineda inicia la segunda generación de Los Andes. Él plasmó en estas páginas la defensa de las libertades públicas, encaminó el desarrollo regional, acompañó a las autoridades a gestionar las vías de comunicación, construcción del hospital regional, la reapertura de la Universidad Nacional del Altiplano y la central hidroeléctrica de San Gabán.
Con el cambio de dirección inicia la tercera generación, bajo el liderazgo de Emperatriz Frisancho Murillo, quien renueva la maquinaria, imponiendo la utilización de impresora offset, el año 1995. Así, Los Andes luce a colores y se inserta a los estándares nacionales; sin embargo, el año 2004, deja de circular el diario por problemas económicos.
La cuarta generación de Los Andes llega bajo el liderazgo del periodista René Alfredo Calderón Vilca, quien reactiva la edición impresa del diario, volviendo a circulación el 13 de marzo de 2006.
EXPANSIÓN A AREQUIPA
La quinta generación inicia el año 2016, bajo el liderazgo de Hipólito Batallanos Anccasi, empresario que mejoró sustancialmente la tecnología de impresión y expandió el diario hacia Arequipa, en julio de 2018.
Batallanos ha consolidado a Los Andes como el único vocero tradicional y el principal baluarte escrito de la región Puno.
En Arequipa, apenas lleva dos años de circulación, pero con el empeño de su propietario y un equipo de hombres y mujeres de la pluma, va consolidándose en un mercado difícil, más aún en estos meses, tras la llegada de la pandemia.
Un diario es la viva expresión de una sociedad; un diario responsable no solo registra hechos cotidianos, sino que tiene el papel fundamental de interpretar las expectativas de la población, visibiliza las necesidades, hace suyas las aspiraciones colectivas, recoge la opinión de la élite intelectual, refuerza la identidad colectiva, cuestiona los antivalores y finalmente acompaña a su clase política con un rol crítico pero constructivo. Un diario puede ser simplemente la caja de resonancia de una sociedad o el faro que la ilumina; Los Andes, históricamente, cumple ese papel de construir una mejor sociedad. El “Decano de la Prensa Regional”, hay que decirlo, es como una dulce melodía del Altiplano y está en ese camino de ascenso, en la Blanca Ciudad.
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