Amiel Cayo Coaquira (Puno, 1969) es actor y artista plástico. En 1990 formó parte del Grupo Yuyachkani, con quienes recorrió Europa, Estados Unidos, Asia y Latinoamérica. En este grupo desarrolla su trabajo con la máscara, el cual es reconocido en Latinoamérica. Tiene cuatro libros publicados: Willka Nina, el Hijo del Wamani, Juegos de Muerte, El Zorro y el Cuy y El Gato Pany. Desde hace diez años es actor de cine y participa en destacados filmes.
Háblenos de ‘Samichay, en busca de la felicidad’, que se estrena este mes…
Es una película escrita y dirigida por el cineasta Mauricio Franco Tosso, donde yo llevo el rol protagónico. Celestino es el personaje que encarno en esta película. Es un campesino ermitaño, que vive en las alturas del Cusco, junto a su hija y su suegra, el único bien que poseen es una vaca, al cual le pusieron de nombre «Samichay». Esta historia es una metáfora de la vida, donde tenemos que aprender a deshacernos de cosas que cargamos en la vida y no nos deja caminar buscando un nuevo destino, la felicidad. Celestino luego de un viaje, que emprende con su vaca, finalmente logra dejar atrás las cosas que lo atan a un pasado tormentoso y empieza una nueva vida. La película está rodada íntegramente en quechua, con la participación de personas de la comunidad de Minasniyoc y Palquella, el cual se va a estrenar vía online en la plataforma www.cinestesia.pe. Será la primera película en quechua que se estrena por internet en esta nueva normalidad.
¿Cuál debe ser la participación de los cineastas en el Bicentenario?
El bicentenario es un momento histórico para todos los peruanos, que nos recuerda la gesta de hombres y mujeres que ofrendaron su vida para buscar la libertad; sin embargo, seguimos conservando esa mentalidad colonial, que no nos deja avanzar como país. De hecho, hay muchas propuestas cinematográficas que reflejan esta triste realidad, contando múltiples historias con un mensaje de humanidad. El cine sin duda es un arte que nos permite llegar a través de la imagen a la sensibilidad de la sociedad y la participación de cineastas independientes es importante para poder llevar contenidos sociales, importantes para construir una mejor ciudadanía.
¿Es tiempo de plantear un proyecto nacional?
Hablar de un Proyecto Nacional todavía suena a utopía, nuestra sociedad todavía está resquebrajada, con una clase política pobre en propuestas, pero alta en corrupción. El Perú necesita un gran cambio, partiendo de plantear una nueva Carta Magna, que favorezca a la ciudadanía y no a pequeños grupos de poder económico. Cada presidente que ingresa a palacio de gobierno prácticamente es secuestrado por estos grupos de poder que imponen sus reglas; eso debe cambiar definitivamente. Un Proyecto Nacional debe construirse sobre la base de la igualdad y la equidad.
¿Cuál es el rol de los cineastas en ese caso?
Hablemos del arte y la cultura, que siempre han sido ninguneados por las autoridades políticas del país. Esta pandemia nos ha demostrado lo mal que han estado siendo manejadas las políticas culturales y, al mismo tiempo, lo importante que han sido para mantener una buena salud emocional de la gente que ha sufrido el confinamiento. Los artistas jugamos un rol importante en la construcción de una ciudadanía, eso está demostrado en muchos países desarrollados. La cultura es una política importante en el desarrollo de los ciudadanos.
¿Qué se entiende por reescribir la historia del Perú?
La historia siempre ha sido escrita desde la visión de los vencedores; claro, con aspectos que solo les convienen a ellos… Además, el Perú carece de historiadores, los hay, pero contados con los dedos de la mano. Reescribir la historia del Perú significa reivindicar la memoria de hombres y mujeres que lucharon por una sociedad mejor, y recordar hechos dolosos que han desmembrado a nuestra sociedad que no nos permiten avanzar y nos están llevando a la destrucción.
Volviendo al cine, ¿cuál es su película más importante?
Retablo es una película que me ha llevado a lugares inimaginables, aunque no he ido físicamente, pero mi trabajo actoral sí; es una película a la cual le tengo mucha gratitud, de igual modo a La Deuda, otro proyecto importante en mi carrera; sin embargo, ahora considero a Samichay como la más importante, pues es una película a donde llevo todo el peso de la historia. Se estrenó en el Festival de Cine de Lima y ha obtenido dos menciones honoríficas: Mejor ópera prima por el jurado y mejor película por el Ministerio de Cultura. Ha sido un buen inicio, esperemos que llegue lejos, así como Retablo.
¿Qué le aconsejaría a un joven actor?
El trabajo actoral es apasionante; sin embargo, no basta con el talento, se requiere de mucho estudio, ya que representar un personaje es una gran responsabilidad, porque a través de la historia que cuentas estás transmitiendo un mensaje, el cual quedará perennizado en la memoria del público. Si eres joven y abrazas esta noble labor, pues debes saber que el camino es largo, no debes pensar en la fama, en el éxito, eso se construye con el trabajo constante, la perseverancia y, aun así, la fama es efímera. Lo único que te mantendrá vivo es el trabajo y el estudio constante.
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