Es profesora de Educación Inicial y licenciada en Educación Primaria
Norma Melgar de Jiménez nacida en Santa Rosa – Melgar. Tiene libros escritos; tales como, Almas Matinales, Rutas de Esperanza, Gotitas de Ilusión, Jugando con el Viento, Cuentos regionales La Rueca de mamá Rosa, también está considerada en Autores y escritores puneños, Escritoras y artistas en Arequipa, Diez años de literatura puneña y otras antologías.
¿Cuál es la función de la crítica literaria?
Lo principal para mí es separar aquello que dentro del arte es lo esencial: la efusión de la espiritualidad en sus diferentes dimensiones. Dice el poeta Archibald Leish “Un poema no debe significar, sino debe ser…” evidentemente hay una inclinación hacia la inmanencia, lo profundo y sustancial que se aleja de la observación formal fatua y superficial. La crítica honesta, creo yo, es un acto de valoración esencialmente del autor y de su contexto existencial en toda su dimensión.
¿Cuál es el rol del poeta en una sociedad como la nuestra?
Pienso que el paradigma ideológico del arte literario, específicamente el poético, tiene como visión la belleza suprema. El poeta expresa su propio punto de vista a través de sus versos. Pero la visión suprema a la que me refiero no es un atributo de cualquier persona; es una particularidad exclusiva del artista, de su sensibilidad, de su capacidad de “ver lo que normalmente las demás personas no ven” y traducir, compartir y suscitar emociones. Alcanzar la plena complacencia espiritual en los lectores.
¿A qué se debe la proliferación de premios literarios?
Los estímulos obedecen a cierto entusiasmo de algunas autoridades o entidades que, con sano propósito, buscan redimir el arte literario. Sabemos que actualmente las producciones poéticas son pocas, esporádicas y exiguas especialmente en nuestra región altiplánica. No comparto la idea de que haya proliferación de premios literarios. Es cierto que el Ministerio de Educación promueve eventos literarios en los diferentes niveles educativos, no obstante, fuera de las formalidades educacionales la sociedad misma está más ocupada en otras tareas ajenas al arte.
Vallejo ni Oquendo fueron premiados. ¿Por qué?
No sólo fue ignorado en las premiaciones, fue vapuleado por Clemente Palma (Hijo de Ricardo Palma) quien desdeñó “Los Heraldos Negros” cuando el propio Vallejo le había solicitado una opinión sobre el inmortal poemario. Pero, la obra de Vallejo es reconocida universalmente; Vallejo se adelantó a su época, ha sido autor de versos auténticos y originales. Simplemente no fue comprendido. La posteridad se ha encargado de darle el lugar que se merece sin estímulos formales como premios o medallas…Carlos Oquendo de Amat, tiene una trayectoria similar. En 1967 Mario Vargas Llosa al ser distinguido con el Premio Rómulo Gallegos en Caracas lo menciona como “el poeta modelo”. La historia le ha otorgado merecido reconocimiento.
¿Cuántas clases de literatura hay en el Perú?
En el Perú la literatura la han clasificado de distintas maneras: de acuerdo a los períodos históricos. También de acuerdo a los modelos europeos en su evolución y desarrollo. Han habido otras clasificaciones dentro del esquema social así, el indigenismo, el criollismo, literatura rural, urbana, etc.; con evidentes rasgos de diferenciación social tanto por el contenido poético como por la procedencia racial de sus autores.
¿En qué medida la literatura contribuye a los cambios sociales?
Generalmente, el arte literario no tiene un propósito específico consensuado. Sin embargo, especialmente en la novela, se debe reconocer que el efecto del arte literario ha sido notablemente significativo. Basta nombrar como ejemplo a los autores indigenistas cuyas obras han marcado hitos, no sólo en la literatura sino en la historia de nuestro país. Desde esa perspectiva, la literatura contribuye notablemente en la orientación de las sociedades modernas e implica cambios de conducta en las nuevas generaciones.
¿Cómo observa el panorama actual de la literatura puneña escrita por mujeres?
La participación de la mujer puneña en el escenario literario es breve comparado con la presencia de los escritores. Una revisión sucinta pone en evidencia que son pocas las escritoras registradas, no por su austera producción o por su ausencia en el espacio literario. Se explica todo esto por un conjunto de factores que van desde la discriminación, hasta la complejidad del mundo social, educativo, cultural entre otros factores que soslayaron la presencia de la mujer en ese ámbito. En la actualidad se ha superado significativamente en número y calidad de escritoras. La mujer puneña ha logrado alcanzar y posesionarse con expectativa, creo yo por el influjo incontenible que impone el mundo globalizado. Particularmente entiendo que la peculiaridad de nuestra cultura altiplánica y el sentimiento de identidad con todo lo nuestro, no tiene ninguna implicancia de diferenciación de género. La calidad de una obra literaria me parece que debe eximirse de tales estériles y absurdas diferenciaciones.
¿Qué haría si fuera Ministra de Cultura?
Primero, el sólo hecho de pensar en conducir el Ministerio de Cultura, me compromete una postura arrogante con la cual no comparto. Si hablamos de impulsar el arte literario en nuestro país, la responsabilidad no debe recaer en una persona, en este caso utópico, Ministra de Cultura. Un enfoque serio y racional, desde mi perspectiva, se centraría en reformular políticas educacionales que sean de responsabilidad de muchos sectores del Estado. No sólo los Ministerios de Educación y Cultura sino todos los demás.
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