Lima. Siete integrantes de una banda criminal fueron detenidos por la Policía debido que alquilaban y explotaban niños menores de 10 años, para utilizarlos y lucrar bajo la fachada de la mendicidad. Esto ocurría en San Miguel (Lima), pero los menores eran captados en El Callao.
El trabajo de la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior y la Dirección contra la Trata de Personas duró varias semanas y culminó el 21 de mayo.
Determinaron que Carmen Yacila Quijandría, quien sería la cabecilla, captaba a los pequeños en Barracones del Callao con el propósito de ponerlos en las calles a pedir limosnas. Además, esta mujer alquilaba a sus propios hijos.
Se identificó que los demás integrantes de la banda recogían a los niños en el asentamiento humano San Judas Tadeo en el Callao. Buscaban en lo posible niños con alguna discapacidad.
Luego, los menores eran dejados durante 9 horas en el cruce de las avenidas La Mar y Riva Agüero en San Miguel para pedir limosna.
“NEGOCIO REDONDO”
“Se les ha instrumentalizado a los niños, se les ha cosificado, se les ha considerado como un objeto que puede ser vendible, alquilable. Justamente, eso afecta la integridad física y sicológica de los niños”, dijo el coronel Jorge Huaypar, jefe de la División de Trata de Personas de la Policía.
“Se encargaban de captar y reclutar niños menores de diez años. Más aún buscaban a niños que tenían discapacidad. Por niño recolectaban en promedio entre S/80 a S/100. Y de ese monto que era recaudado por Carmen, que ejercía el control, entregaba entre S/15 a S/20 a los padres de estos niños”, informó el alto oficial de la Policía.
Los niños tenían unos minutos para almorzar. Y al final de la jornada eran llevados nuevamente al Callao en un auto, conducido por Juan Carlos Rojas Matril, el chofer de la banda. El castigo penal para los tratantes puede alcanzar los 20 años de cárcel.
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