Por Jorge Gámez Zúñiga
Camaná. La pandemia y el incumplimiento de promesas marcan la vida de los hombres de la pesca artesanal de camarón, que aún no ven cristalizados los ofrecimientos de las autoridades.
En medio del encierro por la pandemia, no solo el mar movido y los ríos contaminados preocupan a los pescadores, sino también el riesgo de contagiarse. Además, el dramático descenso del precio de los productos que ofertan ha complicado aún más su economía.
SOLO PROMESAS
La marea de problemas que enfrentan los pescadores de Camaná es alta. Desde que se instaló la cuarentena hace más de un año, los del rubro viven en la precariedad, dado que la actividad pesquera para el consumo humano fue considerada “esencial”, la primera semana no tuvieron mayores problemas. Pero luego, debido a los contagios de los hombres de pesca y las pocas posibilidades de extracción y comercialización de sus productos, la situación se volvió insostenible.
“Nos encontrábamos en plena veda del camarón y se declaró la cuarentena”, relata Henry Colque Lajo, dirigente de los pescadores de camarón de la cuenca del río Ocoña, quien además dice que cerca de un millar de personas quedaron sin trabajo. “No solo hay que considerar a los pescadores empadronados, también están los eventuales, los acopiadores”, señala.
Las promesas que les hiciera el Gobierno Regional de Arequipa a través de la gerencia de la producción, a cargo de Julio Cutipa Mamani, hasta hoy no se cristalizan al 100%. “Se aprobó un proyecto integral para la conservación del camarón por un monto superior al millón y medio de soles, solo se pagó a los inspectores y supervisores luego de varias jornadas de protesta”, indica Colque Lajo.
En la actualidad, los pescadores de camarón deben afrontar otro gran problema, la contaminación de los ríos, el cambio climático y la pesca ilegal que no permite el repoblamiento del crustáceo.
“La cuenca del río Ocoña es una de las más contaminadas por los relaves mineros, el uso de pesticidas de los agricultores y el cambio climático”, señala el hombre de mar.
ESPERANZA
A pesar de las dificultades, los pescadores no pierden las esperanzas de mejorar su situación, al igual que hace cinco años, cuando acordaron crear los comités de vigilancia de la veda del camarón, tienen confianza en que esta situación agobiante para ellos pasará.
Hoy 29 de junio, Día del Pescador, como siempre, lo primero que harán es agradecer a su santo patrono San Pedro, pero al igual que el año pasado, no se podrá confraternizar con los asociados. “Tenemos que seguir trabajando con responsabilidad”, finaliza el dirigente.
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