Puno: Rene Nina desciende de dos generaciones de careteros puneños, tras la llegada de la Pandemia tuvo que reinventarse para sobrevivir y hoy fabrica cuadros en 3D alusivos a la diablada que promociona por páginas internet.
¿Desde cuándo tuviste el interés de diseñar los modelos para máscaras de la danza de la diablada y morenada?
Empieza desde la generación de mi abuelo, Quintin Nina, quien en el año 1935 tuvo el arte de confeccionar trajes y máscaras para estas danzas, con el pasar de los años mi padre, Arturo Nina continúo con estas prácticas y posteriormente yo seguí sus pasos.
¿Cómo te animaste a tener tu propio taller?
Crecer rodeado de materiales, herramientas, pinceles y máscaras en el taller de mi padre fue la razón, aunque estudié la carrera de ingeniería química, realizar diversos diseños para las máscaras y darles un estilo de pintado a cada pieza es mi pasión.
Con el pasar de los años los materiales para elaborar las máscaras fueron cambiando, ¿De qué material se hacen en la actualidad?
Por la década de los 60 las máscaras se elaboraban de yeso, después de 5 años el latón y la fibra de vidrio eran materiales claves, pero con el gran peso que generaban a los danzarines se tuvo que cambiar por un material más liviano, el termoplástico, incentivando de esta forma el reciclaje del plástico.
¿Cómo fue el recibimiento del material termoplástico?
En la actualidad soy el primer diseñador mascarero que fabrica este tipo de máscaras, me parecía mucho el peso de las máscaras de latón, los danzarines no se sentían cómodos, es por eso que se me ocurrió elaborarlas de este material, cómodo, ligero y sin perder el diseño que distingue a la diablada y morenada.
¿Tuviste algún reconocimiento en el transcurso de tu vida artística?
Si, el 16 de mayo del 2017 hubo una exhibición en el país de Corea denominada “World Mask”, donde un modelo de mi máscara de la diablada puneña representó a nuestro país, también en julio del 2020 otro modelo de mis máscaras fue adquirido por el ministerio de cultura.
¿Cuánto tiempo demora fabricar una máscara?
Se demora aproximadamente 10 días, cada pieza requiere un buen secado de la pintura, todo depende del modelo y tamaño de la máscara. Cuando se tenía contratos con algunos bloques de conjuntos se tenía que acelerar su elaboración y culminar en 6 días con trabajo continuo.
Antes de la pandemia, ¿Cuántas máscaras elaboraba anualmente?
Alrededor de 200 máscaras para los talleres de bordados y cuando se tenía contrato era la cantidad acordada con algunos conjuntos como la diablada Azoguini y Bellavista. Los bordadores que alquilaban trajes nos compraban las máscaras sin ningún problema, actualmente no adquieren máscaras.
¿A cuánto disminuyó el precio de las máscaras por la pandemia?
Antes costaban en promedio de 400 a 500 soles, variaba según el tamaño y los detalles de cada modelo. Actualmente tuvimos que disminuir el precio de 300 a 320 soles, debido a que se fabricaron máscaras para la festividad de la Candelaria 2021, la cual se suspendió.
¿Qué estrategias utilizan para sobresalir en la crisis pandémica?
Nuestro rubro es uno de los más perjudicados, tuvimos que plantear soluciones, entrar al mundo virtual. Los bordadores empezaron a fabricar mascarillas con diseños alusivos a danzas y a la Virgen de la Candelaria, mientras que nosotros elaboramos cuadros en 3D alusivos a la diablada, los cuales fueron promocionados por páginas web y de Facebook.
¿Tienen resultados positivos?
De cierta manera, sí. La población si logró adquirir las mascarillas, con el caso de los cuadros o máscaras, se vendió poca cantidad, pero las entregas fueron un poco tediosas por el tema del traslado, debido a que sufren algunos raspones o cualquier negativa mínima, siempre me gusto que mi público esté satisfecho con mis productos.
En tiempo de pandemia, ¿Existen casos de colegas bordadores y mascareros que tuvieron que buscar otras estrategias para no ser afectados económicamente?
La mayoría de socios aún atienden en sus talleres, realizan sus actividades pero ya no la cantidad de horas como lo hacían antes, incluso algunos tuvieron que adicionar algún otro trabajo para poder subsistir en esta crisis económica.
¿Qué estrategias proponen para demostrar el arte que diseñan en sus bordados y máscaras?
Nosotros pediríamos apoyo a las instituciones que promueven el turismo y la cultura para que puedan realizar actividades como lo fue la adquisición de piezas tradicionales, promocionar los productos que fabricamos en el tiempo de pandemia, los cuadros, mascarillas, máscaras para adornar salas entre otros.
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