GRACE BAQUERIZO
El Gabinete Bellido cuenta con mayor participación de personalidades nacidas en regiones (68.4%), diferentes a los gabinetes anteriores conformados mayoritariamente con personalidades de Lima. Esto da cuenta de tener un Gobierno que no ha conformado a su gabinete atendiendo a las exigencias de la élite limeña, sino que aspira a escuchar y trabajar para todos los peruanos de las diferentes regiones.
Por otro lado, no se puede negar que la conformación y juramentación del gabinete ha sido accidentada (se tomó juramento al gabinete en dos días y con impuntualidad), generando desconcierto en la ciudadanía. ¿De esto es responsable la derecha bruta y achorada? No, esto es responsabilidad del presidente Castillo, quien debiera dejar atrás cualquier síntoma de improvisación de su gobierno y mostrar mayor cohesión entre quienes asumen la responsabilidad de dirigir el Estado y sus diferentes sectores.
Lo que sí es responsabilidad de la derecha bruta y achorada, es la continuación de su táctica de generar inestabilidad en el país, con su campaña de terruqueo y desprestigio al presidente Castillo. Ya una de sus representantes en el Congreso, la hija del socio del dictador Fujimori, Adriana Tudela, ha anunciado que promoverá la vacancia por “incapacidad moral” porque no está de acuerdo con el Gabinete. Táctica a la que se han sumado sectores que se hacen llamar liberales o de centro como el politólogo Vergara o el periodista Marco Sifuentes, que justifican una vacancia porque el presidente no designa a alguien con quien a ellos les gustaría dialogar. Por si acaso, Guido Bellido, el nuevo premier, es Congresista por Cusco, así que él desde ya representa a su región a diferencia de otros que tan solo son opinólogos, y esto no quiere decir que se pase por alto sus anteriores manifestaciones retrógradas sobre las mujeres o comunidad LGTBI.
Al final, solo la izquierda y los movimientos sociales hemos dado muestras de respetar las reglas democráticas, de saber ser oposición democrática en 30 años de neoliberalismo, porque cuando hemos sido testigos o víctimas por los designios de ministros que perjudican a la nación, hemos usado nuestro derecho de libertad de expresión y protesta para hacerlo saber y exigir los cambios que correspondan. En este duro contexto toca que el nuevo gabinete busque antes que todo su voto de confianza en la calle, con la ciudadanía, dialogando con los diferentes actores de los sectores sociales, y toca que el presidente Castillo esté presto a hacer todos los ajustes necesarios para llevar a cabo lo ofrecido a la población en su discurso de 28 de julio, porque aquí debe mandar el pueblo.
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