Puno. Miguel Mendoza Loza nació en Ilave, el 19 de septiembre de 1958. Fue director de varias ediciones de la revista Ciencia y Tecnología, así como presidente de la Asociación Cultural “Alborada Andina”. Actualmente es jefe de la Unidad Académica del Instituto de Educación Superior Tecnológica Pública de Ayaviri. Antes fue condecorado como Maestro del Bicentenario de los IESTP de la región, por la Dirección Regional de Educación de Puno.
Este año conmemoramos el Bicentenario, ¿cuáles son los retos de los escritores peruanos?
Generar conciencia crítica, social y política. Los escritores no pueden permanecer al margen de actos que deberían ser catalogados como un crimen contra las poblaciones más vulnerables, especialmente en situaciones pandémicas.
Qué conmemoramos: ¿200 años de libertad, 200 años de independencia, 200 años de República?
Decir libertad es un eufemismo. Sin embargo, hay que reivindicar las luchas populares por la independencia de nuestro país, a los líderes populares que hasta la fecha siguen luchando por una real independencia; es cierto que nos hemos liberado del yugo español, para luego caer en el inglés y actualmente estar en el norteamericano. Esta pandemia ha desnudado de cuerpo entero que nuestros gobernantes han saqueado el país, imposibilitando combatir con efectividad la pandemia que golpea principalmente a los sectores más desfavorecidos económicamente, con un sistema educativo y de salud realmente desastroso.
Para Luis Alberto Sánchez, el Perú era el retrato de un país adolescente, mientras que Jorge Basadre afirmaba que el Perú era un problema y una posibilidad, ¿cómo define usted a nuestro país en la actualidad?
Efectivamente, el Perú sigue siendo un país adolescente, porque tiene las veleidades, las dudas, la incertidumbre de quien despierta en un mundo globalizado y no encuentra un norte, plagado de corruptos metidos a políticos, desorientado por la manipulación mediática de las grandes empresas dueñas de los medios de difusión nacional, cuya principal función es precisamente generar desconcierto, sin partidos fuertes, que eduquen política y doctrinariamente. Asimismo, también es un país, en efecto, con muchos problemas, los cuales son solucionables, pero por gente que apueste por plantear y buscar soluciones a favor de la población trabajadora, a favor del desarrollo industrial. No es cierto lo que preconizan los corruptos, que Pedro Castillo defienda el terrorismo, que quienes hemos votado por él somos terroristas; eso solo hace recordar las épocas más negras de la historia de la humanidad, cuando se decía, por ejemplo, que los comunistas comían niños, etc.
Si le pidieran hacer un comentario sobre la importancia del Bicentenario, ¿cuál sería el argumento?
El bicentenario debe ser un momento de reflexión. Los jóvenes deben ser quienes tomen las riendas del poder político y económico, puesto que su conciencia y sus manos se mantienen límpidas. Se debe luchar por el bienestar, por el desarrollo sostenido de los pueblos, y combatir frontalmente a la corrupción, venga de donde venga.
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