Melgar. Las rondas campesinas de Nuñoa (Melgar) aplican la justicia comunitaria de manera ejemplar. Esta vez, castigaron a una pareja que habría incurrido en un acto de infidelidad. El hecho se registró la noche del martes.
Los ronderos pasearon semidesnudos por las calles de su localidad a ambas personas, con carteles que decían que habían sido infieles, debido a que conviven pese a que son primos.
Según manifestaron, el hecho se conocía desde julio, cuando la pareja de la fémina denunció el caso ante las rondas, indicando que su conviviente mantenía una relación con su primo, a pesar de que ambos tienen hijos menores de sus anteriores relaciones.
Aunque fueron exhortados por los ronderos, estos habrían continuado con el amorío. La justificación del varón habría sido que la mujer (su prima) estaba embarazada de él, por lo cual convivían.
AMPARAN HECHO
El jefe de la Oficina Defensorial de Puno, Jacinto Ticona, sostuvo que el citado castigo, por registrarse en una comunidad originaria, está amparado en el artículo 149 de la Constitución Política del Perú.
“Ellos han aplicado el derecho consuetudinario, lo que se conoce como el Allin Kawsay (buen vivir)”, dijo, al tiempo de precisar que los ronderos deben ver sus límites, para no vulnerar los derechos humanos.
DATO
Los ronderos han determinado contratar a un psicólogo para ambos, debido a que estas situaciones son consideradas por ellos, actos inmorales.
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