Juliaca. Cada vez que vuelve la temporada de lluvias, con mucha desazón recordamos la frustrada obra del drenaje pluvial de Juliaca, cuya ejecución se aprobó hace más de siete años. Así se mitigaría las inundaciones y otros estragos que causan las lluvias en esta localidad.
En el 2014 se aprobó la ejecución del drenaje pluvial, para resolver una de las más álgidas problemáticas de la ciudad de Juliaca. La población aplaudió su realización para así ya no tener que lidiar con calles inundadas y el colapso del sistema de alcantarillado.
No obstante, han transcurrido tres gestiones ediles y este proyecto solo ha dejado perjuicios económicos por cerca de 70 millones de soles. Estas pérdidas representan aproximadamente el 35% de los más de 190 millones que el Gobierno central destinó para su ejecución, de acuerdo a los diferentes informes técnicos que se formularon al respecto.
El expresidente del Comité de defensa del drenaje pluvial de Juliaca, Raúl Huarecallo, lamentó los resultados del laudo arbitral con la empresa supervisora y la municipalidad de San Román. El consorcio Supervisión Juliaca pretende que la comuna edil le pague más de 1 millón 200 mil soles por un trabajo que no cumplió.
La municipalidad habría presentado una solicitud para dejar sin efecto esta pretensión económica; sin embargo, todavía afronta otro arbitraje con el Consorcio Uros, encargado de la ejecución de la obra y que también pide una millonaria indemnización por rescindir el contrato.
Mal proceder
Para el consultor en obras civiles Rubén Tamayo Mollinedo, todo el proceso fue defectuoso. En primer lugar, el fenecido exalcalde David Mamani Paricahua habría entregado un adelanto directo por el 20% del contrato. Repitiendo esa torpeza, la gestión de Oswaldo Marín entregó otro monto por adelanto de materiales y profesionales españoles que nunca llegaron.
Mientras tanto, la empresa ejecutoria, con deficiente expediente técnico, realizaba trabajos que a la vista de todos eran defectuosos. Las pericias y demás informes técnicos corroboraron luego las denuncias de la población.
Durante aproximadamente ocho meses de trabajo que iniciaron en agosto del 2015, según Raúl Huarecallo, el avance físico llegó apenas al 2.29%. Desde entonces se paralizó la obra que ya lleva seis años en proceso arbitral, sin que se haya reconocido que procedió mal.
Pésima defensa legal
Según Tamayo, ninguna de las gestiones ediles se comprometió a hacer una real defensa legal del proyecto, puesto que quienes procedieron fueron ambas contratistas, no solo por no cumplir a cabalidad con sus funciones, sino porque habrían actuado de mala fe.
Una de las mayores responsables sería la entonces procuradora municipal Flor de María Torres Sumari, quien junto al exalcalde Oswaldo Marín no ejecutó las cartas de fianza para evitar este tremendo pleito legal, y sobre todo el entrampamiento de la obra y las pérdidas económicas.
A pesar que la municipalidad y la población juliaqueña era la afectada por el mal proceder de estas contratistas, resulta insólito que haya sido denunciada por estas. Lo peor de todo, es que la demolición de los trabajos mal ejecutados demandarán otros onerosos gastos.
Cabe precisar que la Comisión de fiscalización del Congreso de la República remitió un informe que daba cuenta de una serie de anomalías en las que habrían incurrido las contratistas y malas acciones de algunos funcionarios públicos, delegando responsabilidad en 26 servidores. Lamentablemente, todas estas acciones quedaron en nada.
La Contraloría también detectó varias anomalías respecto al proyecto y todos sus actores. Lo propio hizo el excongresista Orlando Arapa, pero estas acciones también quedaron solo en papel.
A la deriva
Ante esta álgida situación y para no perjudicar más al erario nacional, el presupuesto restante del proyecto fue devuelto al fisco, para que con ese monto se elabore un nuevo expediente técnico. Se le encargó esa tarea al Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS).
A pesar que Raúl Huarecallo ya no es presidente del Comité de defensa del drenaje pluvial, ha seguido las últimas acciones ante las diferentes instancias de gobierno. Mientras que la dirigencia de las Cuatro Zonas de Juliaca elijan nuevo representante, afirma que seguirá apoyando la causa.
Recordó que una de las últimas diligencias fue exigir la culminación de dicho expediente técnico, mientras que una próxima lucha será la de conseguir financiamiento y un ente ejecutor, ya que actualmente se encuentra a la deriva.
El dirigente también cuestionó que no haya transparencia por parte de la municipalidad de San Román, para informar la real situación de este proyecto. Por ello, incluyeron este tema en la plataforma del paro que atacarán contra el alcalde David Sucacahua, este 22 de septiembre.
Dejamos constancia que el diario Los Andes intentó recabar información al respecto por parte de representantes de la comuna edil, pero lamentablemente obtuvimos los mismos resultados que la dirigencia. También se emplazó a la nueva bancada puneña a involucrarse con el tema.
Comentario sobre post