Puno. Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, y a veces así es. La espigada deportista Teresa Pilco Montes de Oca, quien se afincó desde muy niña en la ciudad de Puno, es prueba de ello
Me dijeron que no eres de Puno, ¿dónde naciste?
Yo nací el 2 de julio de 1971, en la ciudad de Iquitos, capital de la actual región de Loreto. Nunca imaginé llegar a Puno, mi actual lugar de residencia.
¿Por qué aquí?
Mi padre, por motivos de trabajo, llegó a tener como esposa a una puneña: Marcia Montes de Oca Rubín de Celis. En esa época yo tenía apenas 2 añitos y mis padres me indujeron a practicar el vóleibol manipulando un balón. Así, sucesivamente, iba perdiendo el miedo para los voleos, recepción y mates.
¿A los cuántos años comienzas en el vóley?
Fue un 1981, cuando cumplía 10 años. Mi primer equipo fue el club Acuarius. Recuerdo mucho el sacrificio del profesor Ricardo Gutiérrez Saavedra, quien fue también periodista deportivo. Paralelamente yo integraba la academia del Instituto Peruano del Deporte y luego alterné en el club Magisterial hasta los 16 años.
¿Qué pasó luego de los 16 años?
Siempre desde jovencita fui seleccionada del entonces Centro Educativo Santa Rosa; allí tenía a Karina Rosas como servidora. A ello se sumaban mis compañeras Blanca Perca y Karín Barreda. Justo en esa época tuve mi apogeo en los seleccionados puneños.
¿A qué compañeras recuerdas más y cuáles son tus mejores logros?
Recuerdo mucho a mi fiel servidora Madeleine Tito; no me olvido de Patricia Vásquez, Angélica Mercado, Yolanda Turpo y otras más, al igual que Mirla Sánchez y la destacada Karín Rubina, que fue diestra en los ataques.
Con algunas de ellas llegué al Campeonato Nacional de Vóleibol de Trujillo, en 1988, donde me condecoraron como la mejor bloqueadora. De igual forma practiqué el básquetbol. Ah, me olvidé mencionar el club Acuarius que hizo una fusión con el equipo de la UNA; de ahí fue registrada en Deportivo Universitario.
¿Sigues practicando el vóleibol?
En estos tiempos estoy practicando el vóleibol en los torneos magisteriales y Colegios Profesionales; en la anterior temporada me quisieron cerrar las puertas y fue una tremenda frustración para mi persona, pero todo tiene perdón y la vida continúa.
¿Qué mensaje le darías a la juventud para la práctica del deporte?
Que lo sigan practicando. Muchos padres de familia piensan que el deporte es una pérdida de tiempo; sin embargo, mi experiencia dice lo contrario. El deporte nos fortalece corporal y mentalmente. Con ello cultivamos los valores como la honradez, puntualidad y responsabilidad. Finalmente pido a las autoridades a que habiliten más espacios para fomentar y cultivar el deporte.
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