Por increíble que parezca, el contrato para dar mantenimiento a la carretera Puno-Ilave estaba firmado el 30 de marzo del 2023 por una suma de S/ 125 millones 405 mil, pero los trabajos se iniciaron prácticamente un año después.
El servicio de mantenimiento consistía en el reciclado y recapeo de la vía y constaba de dos fases: uno de 30 días, para la elaboración de un plan de trabajo; y otro, de 270 días, para implementarlo.
El contrato estipulaba la ejecución de trabajos en un total de 300 días, pero inexplicablemente los trabajos de mantenimiento no se iniciaron sino hasta casi un año después.
Además se detectó otro contrato con el grupo Servisur, cuyos trabajadores fueron encontrados realizando los trabajos de parchado de baches, pese a que hay un contrato con el Consorcio Vial Puno para dicho trabajo.
Es importante mencionar que el mantenimiento de la vía está a cargo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, a través de Provías Nacional, cuyo responsable es Saúl Grover Untama Campos, y que la supervisión corría por cuenta de Gílmer Goyzueta Torres.
Los afortunados son los directivos del consorcio Vial Puno, conformado por las empresas Servicio Vial S.R.L. y Construcción y Administración S.A., quienes fueron beneficiados con el millonario presupuesto.
A esto se agrega que, aún a fines de marzo de este año, los trabajos mostraban muchas deficiencias, aunque cabe indicar que, entre el 14 de febrero y el 18 de marzo, el mantenimiento de la vía se volvió a suspender “por lluvias”.
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