Aparentemente sumido en una profunda depresión de salud y por una deuda con un banco, un padre de familia con discapacidad para caminar decidió acabar con su vida, ahorcándose en su propia casa.
El lamentable hecho ocurrió el último domingo, en una vivienda del Centro Poblado de Sucasco, distrito de Coata (Puno). Allí, Augusto Ari Díaz, de 51 años, tomó la fatal decisión de matarse.
Según fuentes policiales, esa mañana la esposa del difunto, junto a sus hijos, salió de su hogar a una reunión de su comunidad.
Aproximadamente al mediodía, la cónyuge de Augusto encargó a su hija para que le lleve el almuerzo. Fue ella quien notó que la puerta de su casa estaba cerrada y además asegurada por dentro, por lo que sospechó que su padre salió a algún lugar.
Tras avisar a su madre de esta situación, ambas volvieron a la vivienda y forzaron la puerta de ingreso, haciendo el terrible hallazgo. Augusto Ari estaba colgado con una soga, a un costado de su cama.
De inmediato comunicaron el hecho a los policías de la comisaría del sector, quienes al hacerse presentes junto al fiscal, realizaron las primeras diligencias e internaron el cadáver en la morgue del hospital de Puno.
Los familiares refirieron que Augusto estaba enfermo de diabetes, por lo que sufrió la amputación de su pierna derecha.
En tanto, fuentes policiales contaron que el difunto tenía una deuda con el banco y que ello habría contribuido a que decida suicidarse.
Sus familiares protagonizaron desgarradoras escenas de dolor.
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