Por César Millán, el encantador de perros
¿Qué características se pueden atribuir al «espíritu» o la «personalidad» naturales en tu perro? En primer lugar, debes comprender que personalidad es un término con significados distintos si nos referimos a un perro o a un ser humano. Imaginemos que eres una persona a la que le gustaría salir con alguien que se complementara con tu personalidad y que decidieras poner un anuncio en la sección de contactos que dijera «me gusta trabajar en el gimnasio, pasear, correr al atardecer por la playa; me gustan también las películas de acción…». Todo eso indicaría que eres una persona activa y con grandes dosis de energía que busca a alguien que lo iguale. Si en tu anuncio se dijera: «me gusta tomar un buen chocolate caliente junto al fuego, quedarme en casa, alquilar una buena peli y hacer crucigramas», estarías indicando que eres una persona de bajo nivel de energía que quiere conocer a alguien de su mismo tipo. Nos describimos a nosotros mismos o a los demás como tranquilos, nerviosos, tímidos o extrovertidos. Como seres humanos, todas estas características componen nuestra personalidad.
La personalidad en un perro es algo similar, pero no se expresa con palabras ni se define en preferencias o rechazos, sino por el olor y la energía. Cuando dos perros de mi manada se hacen amigos, primero uno utiliza la nariz para olisquear los genitales del otro, lo cual le proporciona todo tipo de información sobre sexo, nivel de energía, rango, comida que ingiere, lugares en los que ha estado, etcétera. El nivel de energía es importante porque se llevará mejor con aquel can cuya energía sea compatible.
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