Tras el hallazgo del cadáver de Jhomara Erika Cruz Mayta (22), en las cercanías del río Churi del distrito de Caracoto, sus familiares se encuentran devastados. Ellos piden a las autoridades justicia, pues la joven madre murió de la peor manera.
Graciela Mayta Tapia, madre de la joven hallada muerta, cargando a su nieto, exigió justicia a las autoridades del Ministerio de la Mujer, al tiempo que solicitó que la policía cumpla con su labor de investigar el caso.
“Por favor, ministra, representantes del Ministerio de la Mujer, ayúdenme a encontrar a los asesinos de mi hija; me encuentro agotada, cansada, con la búsqueda de mi hija, y yo quiero encontrar al asesino y que pague por lo que hizo”, indicó entre lágrimas la afligida madre.
A esta lucha se unieron las rondas campesinas de San Román, San Miguel y Caracoto, asegurando que la ciudad de Juliaca se hace cada vez más insegura, pero que las autoridades no hacen nada para frenarla.
Las autoridades campesinas piden que se declare en emergencia a la ciudad de Juliaca, considerando la inseguridad ciudadana y los índices de inseguridad; asimismo, repudiaron a los efectivos de la policía, ya que estos solo cobrarían dinero a los transportistas y no se preocupan de los pobladores.
DETENIDO
En horas de la tarde de ayer, los agentes del Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de la ciudad de Juliaca, detuvieron a Rubén Calsín Roque, de 19 años de edad, acusado del crimen de Erika Cruz.
Según fuentes policiales, el joven adventista habría confesado el crimen de la madre de familia; asimismo, revelaron que en su vivienda hallaron los zapatos de esta, lo que corroboraría su participación o autoría en el macabro asesinato.
La captura del sujeto se produjo en la avenida Normal de la ciudad de Juliaca. Mientras era trasladado a la dependencia policial, Rubén Calsín habría confesado el crimen. Luego de ello, con total hermetismo, los agentes lo llevaron al Instituto de Medicina Legal.
Comentario sobre post