Por Gustavo A. Antezana*
Esta semana conocí a Ximena Rivera en persona. No sabía bien quién era. La había visto del Facebook y tal, pero nada más.
Ya en Facebook había advertido de su presencia en algún aviso, en que buscaban un asistente de dirección, si mal no recuerdo.
Ya, ok. Bacán. Pero ¿quién es, Gus? ¿Por qué nos cuentas de ella?
Bueno, pues es una fomentadora de las artes escénicas en la ciudad, a través de Culturama, y si escribo de ella es para hacer notar que cada vez hay más gente interesada y comprometida con el cambio sociocultural que se quiere dar en la ciudad desde hace ya unos lustros.
En el Tambo de Bronce, trabajé una instalación experimental que proponía una gran dosis de teatro orgánico.
Hoy veo como parte de, a personas que han seguido su vía artística como Alessita Parodi, que va dando la hora con Artescénica.
Aunque no presentó con nosotros en la instalación, trabajó desde entonces con nosotros: Yenni Sardón, tremenda actriz, danzante y coreógrafa.
El resultado en el gran musical ‘Un Sueño de Navidad’, jamás hubiera sido el mismo sin el maravilloso talento de Yenni.
Y como ellos, otros.
He tenido la suerte de contar y conocer a grandes y talentosos como Martín Adriazola en la fotografía y la gestión cultural; Los Infantas y ‘Chapillacs’, Truji, Andrea Quevedo, desde la época de San Román, y David Mendoza, desde por allí también.
Hugo Riveros y Umbral. Doris Guillén y lo tremendo que es sostener tan bien a Artescénica. Y cada vez veo más y por momentos mejor organizados esfuerzos.
Consideremos que cada vez las generaciones son más numerosas, y estas se adicionan a las que ya están.
Si tenemos que el mayor interés en el arte de manera formal se da en el final de la adolescencia, al inicio de la madurez notaremos que una gran cuota de artistas desaparecen con el advenimiento del matrimonio, trabajo serio y formal y más clisés.
Los que se quedan, es decir, que por algún motivo pudieron, o tal vez por algún motivo no pudieron, y no hubo de otra, pero quiero pensar que se queda el que ama esto.
Y esos valientes, los artistas, los que se atreven a proponer un mundo desde perspectivas diferentes son cada vez más, más rápidos, más conectados, más vanguardistas.
Bienvenidos a Arequipa Siglo XXI.
El momento de despegar está llegando.
*Director y creativo en Artes Escénicas
Comentario sobre post