EL CAZADOR DE GRINGAS & OTROS CUENTOS DE MARIO GUEVARA PAREDES
Por: Marcos Magno Vilca Jiménez / IESPPA
Mario Guevara Paredes, escribió un cuento que pondría en cartelera a los ‘bricheros’, término que surge, al parecer, de la unión del sustantivo inglés bridge que significa ‘puente’ y el sufijo español -ero. Según los académicos, un ‘brichero’ es la persona “que busca entablar relaciones sentimentales con turistas europeos o norteamericanos con el fin de conseguir un visado”. (Diccionario de americanismos, ASALE, 2010). Podemos deducir que un brichero es un ‘cazador de gringas’, un posible e irresistible conquistador de extranjeras en busca de aventuras.
Mario no inventa al brichero sino lo descubre: “en mis correrías por tabernas y pubs del Cusco. Como no había referentes escritos sobre este personaje, para darle autenticidad a dicho tema elucubré una serie de historias de vida, donde se fusionan experiencias propias y ajenas de bricheros que han tenido relación de pareja con extranjeras”.
El escritor Feliciano Padilla manifiesta que, “El brichero es una especie de ‘indian lover’, un amante cusqueño de rasgos ‘indígenas’, o mestizos mínimamente; de tamaño y contextura regular, hablante del inglés y otras lenguas europeas, como la francesa o la italiana, por ejemplo. Los he visto merodear los lugares turísticos y las plazas y parques de la ciudad del Cusco, donde esperan sentados, cual cazadores furtivos, que alguna ‘gringa’ caiga en sus garras”
Sin duda, este cuento, al cumplir sus treinta años de aparición, no solo es un homenaje al su autor, sino también a ese ‘indian lover’ que es parte de nuestra sociedad y cultura.
Un breve diálogo con su autor, padre de El cazador de gringas:
HABLA EL ESCRITOR
Después de 30 años de éxito de , que inspiró novela, cuento, cómic y cine, ¿en qué ha cambiado la realidad del cuento y la realidad del brichero?
A tres décadas de publicado el cuento la realidad ha cambiado, como también la del brichero; no solo en su atuendo personal sino en el discurso que utiliza. Cuando escribí Cazador de gringas, a fines de los ochenta, otra era la realidad del Cusco. Actualmente, la afluencia masiva de turistas que bordea los cuatro millones ha invisibilizado al brichero. Antes, cuando llegaban de doscientos a quinientos mil turistas al año se les podía observar en plazoletas, bares, tabernas y pubs del centro histórico de la ciudad. Sin embargo, mientras exista turismo en la ciudad del Cusco, con seguridad, allí estarán los viejos y nuevos bricheros.
Este cuento apareció en una revista de arqueología, ¿cuál fue el motivo?
En la época en que apareció el cuento eran poquísimas las revistas que se editaban en la ciudad imperial, y uno tenía que ser del entorno de ellos para que te publicarán. Asimismo, en esa época yo estudiaba Arqueología en la Universidad Nacional San Antonio Abad de Cusco, y había fundado una revista llamada ‘Origen’, y fue en el segundo número de esa publicación donde divulgué el cuento hace 30 años.
¿Se puede afirmar que su obra inspiró a otros bricheros o cazadores?
Yo creo que sí. Sin embargo, te comentaré, fuera del clima irónico en el tratamiento del brichero, lo más importante de Cazador de gringas, es levantar la autoestima del peruano originario que puede, de igual a igual, seducir a turistas del primer mundo.
¿Consideras que el brichero es parte de la cultura o simplemente un fenómeno social del Cusco?
Empezó siendo un fenómeno social cusqueño para luego formar parte de la cultura peruana. Digo peruana, porque con el paso de los años el ‘brichero’ se ha convertido en novísimo peruanismo que define al nativo peruano que tiene trato amoroso con extranjeras.
¿En estos 30 años, este cuento ha sufrido cambios?
El cuento en las tres décadas de existencia no ha sufrido cambios y se lee como si hubiera sido escrito hace unos días. No ha envejecido como otros cuentos que sí lo han hecho porque sus temas eran coyunturales.
Mario, ¿reconoces a otros narradores que escribieron relatos de bricheros?
Sí, hay varios narradores que escribieron sobre bricheros, y una muestra de ello es Pachamama Club/ Antología del cuento brichero (2007), de Fernando Pomareda, donde convergen diferentes temáticas sobre estos personajes.
Sin duda el cuento corto es tu fuerte ¿consideras que tu mejor producción es Cazador…?
El cuento corto es mi fuerte como también el microcuento. Desde los años ochenta escribo cuento breve; un ejemplo de ello es mi libro: Matar al Negro/ 33 cuentos breves. El próximo año, en México, se editará una antología latinoamericana de microcuento, donde incluirán textos míos. Ahora bien, Cazador de gringas me ha dado muchas satisfacciones pero aún no escribo el cuento perfecto.
El poeta Alfredo Herrera ha manifestado que no solo inauguras el tema del brichero en la literatura sino también la literatura urbana en el Cusco, ¿fuiste consciente de este aporte a las letras peruanas?
Al principio no fui consciente de ese aporte porque esos temas fueron parte de mis vivencias. En 1988 aparece Patrick, con este cuento renuevo la narrativa urbana contemporánea en el Cusco. Nunca antes se había escrito sobre cine, drogas, prostitución, rock, racismo, y la jerga que empleaban los adolescentes en los setenta en la ciudad del Cusco. Luego Patrick gana los Juegos Florales de la Unsaac, 1989. Asimismo, el Primer Premio del Concurso Nacional de Cuento convocado por la revista Cambio, 1990.
SOBRE EL ESCRITOR
Mario Guevara Paredes (Cusco-Perú). Escritor, guionista y gestor cultural. Es director de Sieteculebras, revista andina de cultura y editor de Moment: Une Revue de Photo. Ha obtenido el Premio de Cuento de los Juegos Florales de la Unsaac (1989), el Premio del Concurso Regional de Cuento Narciso Aréstegui del INC-Cusco (1990), el Premio del Concurso Nacional de Cuento del semanario Cambio (1990), el Premio Regional de Cultura del INC-Cusco (2008). Ha publicado en narrativa El desaparecido (1988), Fuego del Sur: Tres narradores cusqueños (1990), Cazador de gringas & otros cuentos (1995), Matar al Negro (2003 y 2017), Usted, nuestra amante italiana (2010), Made in Cusco (2011), Cuentos cortos (2015) y Cuentos de selva alta (2016).
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