Los últimos hechos en los que se han visto envueltos los tenientes gobernadores de nuestra región, que han puesto en entredicho su labor, evidencian la diferencia entre la justicia comunitaria y la justicia ordinaria.
Hace unos días, la Dirección General de Gobierno Interior realizó un evento en la ciudad de Puno, en el cual participaron los tenientes gobernadores de diferentes partes de la región y se hizo constar, nuevamente, su desacuerdo con las reglas que sujetan su proceder para aplicar la justicia.
Cabe indicar que los tenientes cumplen funciones enmarcadas en el reglamento de organización y funciones de la Oficina Nacional del Gobierno Interior (Onagi), merced al Decreto Supremo Nº003-2013-IN.
En el último encuentro de tenientes, uno de los participantes dijo que de alguna manera se está restringiendo su modo de actuar en sus respectivas jurisdicciones, ante cualquier hecho que altera la convivencia pacífica.
Según manifestó, desde hace muchos años cada comunidad tiene su particular manera de intervenir ante hechos como la violencia familiar y robos; uno de ellos es azotar a los involucrados, como también a las personas que atentan con las buenas costumbres.
CASO
Cabe precisar que en junio pasado, en la provincia de Huancané, Julián Huancollo fue azotado por los tenientes gobernadores, por usar las redes sociales para denigrarlos. Dicho incidente terminó en una denuncia del regidor contra los tenientes.
ENCUENTRO
Ante ello, desde la Onagi emprendieron varios eventos, en los que se trata el fortalecimiento de capacidades de los tenientes gobernadores, teniendo como eje las funciones que estos deben cumplir.
Esta iniciativa, sin embargo, fue mal vista, debido a que la organización, según los tenientes gobernadores, se llevó de manera deficiente; ellos criticaron la inadecuada logística y tardía intervención, toda vez que la mayoría de ellos está próximo a dejar el cargo.
Sobre las ponencias, las autoridades mostraron su desacuerdo. “No debemos estar limitados en algunas acciones; claro, se dice que somos representantes del Gobierno Central, pero no recibimos nada”, dijo por ejemplo el teniente juleño Mariano Laime.
Asimismo, respecto a los castigos que ejecutan, señaló que cada lugar tiene su propia costumbre, lo cual se respeta. Cabe indicar que uno de los aspectos por los cuales los tenientes recurren al castigo, es la ausencia policial.
Por su parte, Wilber Apaza Díaz, prefecto de la región, sostuvo que los tenientes gobernadores tienen la función de supervisar y no administrar la justicia, por lo que se mostró en desacuerdo con los excesos que cometen algunos de ellos.
“Había un tema de justicia comunal, tal vez hace años atrás, debido a que anteriormente no había el Poder Judicial, Fiscalía y tampoco la policía; entonces, muchas de las atribuciones (de administrar la justicia) era por el teniente gobernador”, manifestó el prefecto regional.
Asimismo, aclaró que ahora ya se cuenta con esas entidades, por lo que los castigos físicos estarían de más; en ese sentido, los tenientes deben respetar la ley.
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