Por: Tania Quispe
Según un informe de la Defensoría del Pueblo, de 160 mil 82 personas con discapacidad que hay en nuestra región, 40 mil 599 no tienen ningún nivel de instrucción, lo cual representa un 25,5% del total, evidenciando que son excluidas del sistema educativo.
Lo más preocupante es que, de la población con discapacidad que son estudiantes, la mayoría solo tiene primaria. En cuanto a la educación superior, los porcentajes son mínimos, lo que indicar que en las universidades e institutos superiores no se garantizaría el acceso y permanencia de la población de personas con discapacidad.
Según el censo escolar 2018, el 90% de jóvenes en edad escolar con alguna discapacidad, no están incluidos en el sistema educativo, por lo que se deduce que el Estado no está garantizando su acceso y permanencia a la educación.
Se detalló que para el acompañamiento a las necesidades educativas de estos estudiantes, es importante contar con equipos de especialistas del Servicio de Apoyo y Asesoramiento para la Atención de las Necesidades Educativa Especiales (SAANEE ).
Lamentablemente, para 1060 instituciones educativas de la región Puno, solo hay 9 equipos SAANEE con un total de 31 profesionales.
De igual manera, según la Dirección Regional de Educación Puno (DREP), las capacitaciones en educación inclusiva son insuficientes. Otro problema es que no se cuenta con profesionales en lengua de señas acreditados y falta mejorar la calidad de materiales educativos para estudiantes con discapacidad.
Por su parte, el jefe de la Oficina de la Defensoría del Pueblo, Jacinto Ticona, señaló que Puno cuenta con varias dificultades. “Las instituciones educativas no cuentan con docentes capacitados para educación inclusiva, no hay rampas de accesibilidad en los colegios, entre otros, lo cual es una preocupación muy grande”, dijo.
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