Por: Gorki Maquera
Puno. Luego de mucho tiempo de estar ausente en su tierra natal, Alexander Villar nos destaca su vivencia por el fútbol amateur de Puno y algunas anécdotas que palpó a lo largo de su trayectoria.
Villar nació el 11 de mayo de 1982, en el barrio Porteño de la ciudad de Puno, y cuenta que el fútbol para él es su gran afición, porque es una actividad sana.
Además, revela que con un grupo de amigos, hace como 10 años, fundó el club Pesadilla Porteño, que ahora se ha convertido en uno de los más emblemáticos de Puno.
¿A qué edad empezaste a practicar el deporte?
Desde los 4 años me gustó jugar con la pelota, gracias a mis padres que me inculcaron a practicar el deporte sano. Siempre jugué en esos campeonatos de verano, como del profesor Catacora y Súper Campeones de Multidato.
¿Por cuáles equipos pasaste?
Junto con mi familia, creamos el equipo de Pesadilla Porteño, con el apoyo de muchos amigos, como Fredy Huanca. En campeonatos de liga, integré el Carlos Varea del presidente Domingo Aguirre Abarca; luego estuve en el Deportivo Universitario, UANCV Puno y el Centenario Unión Carolina, con el que fuimos campeones de Puno.
¿Dónde seguiste tu carrera futbolística en lo posterior?
Por razones de trabajo tuve que dejar Puno e irme a la ciudad de Abancay. Allí me acompañó mi familia, incluyendo mi hijo León. Allí existe otra dinámica para cultivar el deporte, con más disciplina y orden. Muy diferente a lo que se practica aquí.
¿“León”, un gran talento con el balón?
Ese nombre es como su apodo, así lo conocen sus amigos. Él participó como deportista del club Julio Guzmán de Abancay. Su equipo logró el tercer lugar en un campeonato nacional y fue el goleador. Su nombre completo es Alexander Villar Quispe. Estoy orgulloso de mi hijo.
¿Tu familia es un grupo que practica deporte?
Somos cuatro hermanos: Gary, Carlos, Nataly y mi persona. Sobre el primero, ya saben que jugó por Universitario, Estudiantes Puno y Alfonso Ugarte. Mi hermano Carlos siempre nos acompaña en los campeonatos y mi hermana Nataly es la que nos alienta.
La vida es frágil, pero siempre hay anécdotas…
Tuve una caída del tercer piso de la casa del señor Aguirre; me salvé de milagro y luego fui al partido con la boca herida y un diente perdido. Justo con mi equipo del Varea jugamos un partido ante Policial Santa Rosa. En un encontronazo con el arquero Jhon Caro me quejé al árbitro y le mostré mi boca, de tal forma que, conmovido por la situación, expulsó injustamente al arquero Caro.
Tu mensaje a la niñez…
Que los niños y jóvenes practiquen el fútbol; es la puerta más adecuada para tener éxito en el estudio y trabajo. También hay otros deportes. No hay excusas porque cuando algo te gusta lo haces con pasión.
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