La defensa del expresidente Alejandro Toledo, acusado de recibir hasta 35 millones de dólares de la constructora Odebrecht a cambio de favorecer a la empresa brasileña en sus negocios en Perú cuando él aún era presidente, y quien se encuentra en medio de un proceso de extradición en Estados Unidos, pidió hoy al juez que lo dejen salir de prisión alegando el supuesto deterioro mental que está sufriendo por su confinamiento.
Hoy a la audiencia la defensa del expresidente llevo a dos profesores universitarios como testigos para apoyar la tesis de que Toledo está sufriendo mentalmente, la fiscalía llamó a guardias y responsables de la prisión donde se encuentra.
“Existe el riesgo de mayor deterioro y quizá cambios irreversibles. La ansiedad social a veces produce fobia social, de manera que incluso cuando una vez fuera del aislamiento se puede tratar con personas, esto se rechaza”, aseguró el doctor.
“Está increíblemente nervioso. Hay un deterioro cognitivo por el que su capacidad de pensar y de recordar se están deteriorando”, aseguró el doctor, quien se entrevistó con Toledo en dos ocasiones durante su confinamiento carcelario, una el pasado 16 de enero y otra el 28.
Debido ha su situación ha sido motivo de disputa entre la defensa y la fiscalía por el elevado perfil político, el exmandatario pasó los primeros cinco meses de su encarcelamiento en una celda de aislamiento en la prisión de Santa Rita (California) y, pese a haber sido trasladado en noviembre del año pasado al penal de Maguire en un régimen de mayor libertad, el doctor Haney consideró que su salud mental sigue resintiéndose.
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