Hablemos de economía con José Antonio Núñez Salas
Ya han pasado 45 días desde que terminó la cuarentena a causa de la llegada del coronavirus a nuestro país, vivimos los peores momentos, pero ahora nos vamos recuperando de la crisis sanitaria. En Arequipa, en la última semana, no se reportó ningún fallecido por la covid-19, existe excedentes de camas para atender a los contagiados y en los nosocomios ya se están empezando a habilitar áreas de atención para otras especialidades.
Esto demuestra que el virus tiene mayor efectividad en época de invierno, razón por la que ahora en Europa, por ejemplo, está surgiendo segunda ola de contagios, sin embargo, y afortunadamente, en esta oportunidad ya no está tomando tantas vidas, lo que también confirma la teoría de que las sociedades generan inmunidad colectiva con el paso de las crisis sanitarias.
Gracias a Dios estamos todavía aquí para contarla esperanzados en que, en nuestro país, los organismos hayan logrado generar anticuerpos y con el tiempo la pandemia de la covid-19 sea solo una de las tantas que afrontamos como humanidad, así como la gripe aviaria y la gripe porcina, que probablemente a muchos de nosotros nos dio, pero nunca nos enteramos.
A estas alturas, en mi opinión personal, una de las principales preocupaciones del Gobierno debería ser lograr que todos los peruanos se alimenten bien, refuercen sus sistemas inmunológicos a través de complementos vitamínicos que podrían ser distribuidos gratuitamente. Esta dotación de vitaminas fortalecería los organismos y así, ante una supuesta nueva ola de contagios, estarían fortalecidos y los resultados no serían tan malos. Esto, por supuesto, sin dejar de mejorar el sistema hospitalario que en nuestro país fue abandonado durante 30 años.
De otro lado, estar esperanzados en que la administración de una vacuna, cuyo resultado no lo conoceremos hasta dentro de dos años, nos pueda salvar las vidas debería ser una decisión personal. Lo más valioso que la persona tiene es el derecho a decidir, y ante ninguna circunstancia esto puede cambiar, por eso cada peruano deberá decidir si se vacuna o no.
Lo que si debe estar siempre presente es la obligatoriedad del Estado de otorgársela a todo aquel que desee sin ningún costo porque no debemos olvidar que las obligaciones del Gobierno es garantizar la salud y la educación de todos los ciudadanos. Esperemos que en los años venideros estas obligaciones del Estado sean asumidas con mayor responsabilidad.
Comentario sobre post