Misa virtual en honor a la santa imagen se realizó a puertas cerradas en el Templo de Juli
La plaza Ludovico Bertonio de la ciudad de Juli, que ayer debió amanecer al son de emocionadas melodías, estuvo vacía e irreconocible para un 8 de diciembre, pues efectivos de Serenazgo y miembros del Ejército la custodiaban, a fin de hacer respetar el estado de emergencia ante la covid-19.
Solamente algunas autoridades y el alferado de la festividad, alrededor de las 10:00 horas, aparecieron en escena para instalarse en el templo San Pedro, que pese a la especial ocasión ofreció una capacidad reducida. Así comenzó una histórica misa, con las puertas cerradas para el público, en honor a la Virgen Inmaculada Concepción.
La actividad religiosa fue dirigida por el obispo del prelado de Juli, Ciro Quispe López, quien comenzó su alocución pidiendo a la santa imagen por todas las víctimas y familias golpeadas por la pandemia.
Asimismo, llamó a la reflexión a todos aquellos que, de alguna manera y en algún momento, se aprovecharon de la desgracia ajena. “Esta fecha nos invita a pensar en lo que estamos fomentando”, refirió.
“Cuántas familias han conocido el dolor, la muerte… y cómo la muerte ha estado
acechando nuestras empresas. Algunas familias ni siquiera se han puesto a reflexionar estos temas, no nos damos cuenta”, lamentó el religioso.
En otro momento, lamentó que algunas familias, lejos de hacer un mea culpa, planeen estrategias para aprovecharse de quienes más vulnerables han quedado debido a la actual situación; asimismo, criticó que prioricen el lucro a costa del dolor ajeno.
En ese marco, rechazó la actitud de algunos políticos que entregaron canastas, pues al parecer lo hicieron para crecer en popularidad y no sinceramente; de igual modo, cuestionó que los comerciantes inflen el precio de sus productos en tiempos tan difíciles, o que, en el peor de los casos, algunos profesionales de la salud se aprovechen de los pacientes.
No obstante, se mostró esperanzado en que las familias reflexionen sobre estos hechos, pues con ello mejorarán su vida y vivirán más plenamente. Esta pandemia, agregó, debe servir para aprender y ser más dignos.
Por su parte, el alferado de la festividad, Héctor Marca, quien acudió a la misa central acompañado de su familia, saludó a todos los devotos de la sagrada imagen.
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