Castilla. Una profunda tristeza en la provincia de Castilla dejó la trágica muerte del próspero ganadero de toros de lidia, Celso Guillermo Manrique Dávila (56). Su camioneta de placa C5M-801 cayó estrepitosamente a un acantilado de más de 200 metros de profundidad en la vía de ingreso al valle de Majes en el sector de La Cruz de Torán, distrito de Uraca (Corire). La unidad terminó totalmente destrozada al fondo del acantilado.
Esto ocurrió luego de hacer sus labores agrícolas en el distrito de El Pedregal (Caylloma). El cuerpo sin vida del ganadero quedó regado en el terreno eriazo. Solo 72 horas antes, don Celso fue reportado como desaparecido ante la Policía Nacional en El Pedregal, luego que sus familiares en Viraco pusieron la denuncia el domingo 28, al no saber de su paradero.
En El Pedregal despachó ganado vacuno en un camión de carga hacia su establo de Viraco, 5 horas después sus familiares ya desconocían su paradero, al no tener respuesta positiva con sus llamadas telefónicas.
Amigos, familiares y la policía iniciaron una intensa búsqueda en toda la ruta a Viraco, identificando primero a la camioneta y minutos después confirmaron la identidad del cadáver. El joven Segundo Atilio Curichimba Isuiza (26), acompañaba a don Celso en la unidad motorizada en su regreso a Viraco (Castilla), pero no se encontró su cuerpo en el lugar del accidente.
Don Celso deja un legado cultural en el distrito de Viraco, con su ganadería de lidia ‘Viraco-Machaguay’. Empeñó su vida a la crianza y comercialización del toro bravo de casta.
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Para este 31 de marzo está programada la difícil jornada de rescate de su cuerpo, debido a que los agentes policiales tendrán que descender por un peligroso acantilado.
La policía no descarta que este aparatoso accidente ocurrió a causa del exceso de velocidad, aunque también pudo ocurrir por cansancio del conductor o una falla mecánica.
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