Arequipa. Una joven decidió quitarse la vida tomando veneno, sin imaginar que su familia estaría en riesgo de morir accidentalmente.
Leidy C.T. (23) había preparado un brebaje de insecticida y lo tomó de una taza. A los minutos empezó a agonizar y su madre fue a socorrerla. La joven le dijo: “¡Mamá, perdóname!”. En ese momento la mujer empezó a sentir síntomas, como dolores fuertes en el estómago, debido que accidentalemente había tomado de la misma taza.
Salió a la calle a pedir ayuda y los vecinos la socorrieron y la llevaron junto con su hija al centro de salud de Zamácola en el distrito de Cerro Colorado. Lamentablemente, Leidy llegó sin vida.
La madre necesitaba urgente un lavado gástrico y se la trasladó de emergencia del hospital Goyeneche, en donde pudieron salvarla a tiempo.
Otro familiar que pasó por la misma situación que la madre, fue un adolescente de 17 años, quien al regresar a su vivienda tras jugar fulbito, tomó accidentalmente el veneno de la taza. También fue auxiliado al Hospital Goyeneche en donde se vendría recuperando.
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