Exactamente a las 16:11 horas de ayer fue recibido por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), el documento que pide la vacancia de Salvador Apaza Flores como alcalde de la Municipalidad Provincial de Azángaro. En adelante, le ayudaría rezar.
El asunto clave fue dilucidado por el abogado especialista en temas electorales, Julio César Silva Meneses, quien afirmó que el vínculo por tener hijos en común solo alcanza a la madre, Brígida Casín Otazú, y no a los parientes de esta, es decir, a Dennis Calsín Otazú.
Sin embargo, la Contraloría, al explicar este tema, indica que el parentesco por afinidad sí alcanza a los cuñados del cónyuge (cuando hay matrimonio) y convivientes (el caso del alcalde).
Otro detalle importante, atendiendo a lo opinado por Meneses, es que entre el alcalde y Brígica Calsín se puede alegar que ambos no son convivientes y solo tienen hijos en común. Esas son las cartas que se jugarán en las siguientes semanas.
En tanto, para afrontar la crisis en su imagen, tras una sesión de consejo intrascendente, el alcalde organizó una conferencia de prensa donde anunció la formación de una comisión especial para “llegar a la verdad”.
Sin embargo, los hombres de prensa le hicieron notar que no había que escarbar tanto para encontrar tal verdad, pues era claro que se trataba del hermano de su expareja.
Fuera de lo legal, el alcalde negó conocer siquiera a Dennis Otazú, aunque trascendió que este fue chofer de la parroquia San Salvador de Capachica, cuando Salvador Apaza predicaba la palabra del Señor. El pecado está concebido.
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