Por: J. Carlos Flores
Mediante una resolución emitida el 21 de febrero pasado, el Poder Judicial ordenó la libertad de Temis Alfredo Narváez Riquelme, confeso autor de la muerte de Yeny Málaga Choquehuanca, una madre de un niño de 3 años cuyo cadáver fue encontrado en la capilla de Oquepuño (Carabaya).
En dicho documento, los jueces evitan ordenar la libertad del presunto feminicida, pero notifican al Penal de Juliaca que “corresponde” su liberación, en vista que el mandato de prisión preventiva ha terminado sin que haya sentencia.
Con dicha decisión, la defensa legal de Temis Narváez obtuvo un “hábeas corpus”, el mismo que fue emitido el 6 de marzo al recinto carcelario, con lo que, al cierre de edición, el procesado está con un pie en la calle.
Se debe detallar que la prisión preventiva para el confeso asesino venció el 18 de octubre del 2023, luego de 13 meses en los que correspondía culminar el proceso penal y emitir sentencia.
Lo más escandaloso es que existía una sentencia de 27 años de prisión con una confesión del crimen por parte del Temis y pruebas extremadamente comprometedoras que incluyen un video.
Dicha sentencia fue impugnada, alegando que no se trataba de un feminicidio sino de un homicidio, entre otros argumentos. Dicha impugnación fue declarada infundada en una resolución del 2 de febrero.
Sin embargo, inexplicablemente, se indica que ello no está en poder del Juzgado de Investigación Preparatoria Vacacional de Azángaro-Macusani, lo que permitió a la defensa del asesino pedir su libertad.
Comentario sobre post