La ejecución de la obra de la carretera entre Kelluyo-Pisacoma en la provincia de Chucuito-Juli no se libra de polémica, ya que se ha detectado el manejo irregular de la dotación de combustible para dicho proyecto.
Este 2 de abril, el personal de la Contraloría General de la República visitó la obra y solicitó los partes de uso de combustible a la responsable, encontrando que lo registrado no se correspondía con el cuadro de resumen.
En detalle, se encontró, por ejemplo, que el cargador frontal tenía un registro de 5 horas trabajadas y un total de 25 galones usados. Sin embargo, se solicitó otros 25 galones de los cuales no hay registro de su uso.
Lo mismo ocurrió con la motoniveladora, en la cual se usaron 35 galones en 2 horas y 40 minutos de trabajo, pero se solicitó otros 30 galones extra que no tienen justificación. Es decir, una suerte de “dobleo” de combustible cuyo destino no se conoce.
Esto sucedió con al menos cinco maquinarias. Cabe mencionar que la almacenera es Elizabeth Layma Vilca, mientras que el señor Tito Wilson Choquejahua Quenta se encargaba del apoyo al control de las máquinas.
Como ya es costumbre, en la obra no se encontró al ingeniero David Quispe Apaza, quien es residente de obra, ni al supervisor, Eloy Fernando Aracayo Quispe, además de otras falencias.
Además, se ha detectado que el cronograma no se está cumpliendo y hay un retraso significativo en las tareas, por lo que la Contraloría resaltó este hecho. Además, se debe agregar que ni el ingeniero supervisor ni el residente están habilitados como tales.
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