Por: MTC.
Ernesto Mendoza se encuentra destruido y es que han pasado 2 meses desde que Frida, su mascota, fue intervenida quirúrgicamente y aún no puede asimilar que la veterinaria “Milan” en quien más confiaba le hiciera una mala praxis a su pequeña perrita.
“Frida es como mi hija, es una integrante más de mi familia. No quería hacer público está denuncia, pero me veo muy indignado, porque no es justo que hayan usado clavos de construcción, que hayan desviado la cadera y afectado la pierna derecha de Frida por una mala operación”, aseveró entre lágrimas Ernesto.
DÍA DEL ACCIDENTE
El cuenta que en febrero del 2024, salió a pasear con su familia junto a Frida. En el transcurso un mal conductor atropelló y abandonó a su suerte a su mascota.
Inmediatamente, Ernesto llevó a Frida a la veterinaria “Milan” ubicado frente al mercado El Palomar del Cercado -un lugar donde su mascota había recibido varias atenciones y todas sin ningún problema.
CLAVO DE CONSTRUCCIÓN EN LA CADERA
Tras varios días de haber recibido el alta médica, la perrita empezó a quejarse de dolor. Ernesto, no soportó ver a su can en ese estado y decidió “darle un mejor descanso” para que deje de sufrir.
Los veterinarios de Milan le recomendaron que mejor sería “darle una segunda oportunidad a Frida”. Así que le ofrecieron medicamentos con un costo de S/300 cada uno. Ernesto se aferró a que Frida podría recuperarse. Gastó cerca de S/6000 soles por amor a su perrita, sin embargo, Frida nunca se restauró por completo.
Frustado por no ver mejorar en Frida y observar solo padecimiento, Ernesto decidió llevarla a otra veterinaria.
Tras varias radiografías y una evaluación especializada, le informaron que Frida tenía un clavo de construcción en la cadera y que los elementos usados fueron colocados con errores. Era urgente intervenir. “La cadera y los huesos que se unen con la pierna derecha están en diferentes alturas, en comparación con la pierna izquierda. Tenemos que volver a operar”, sugirió la segunda veterinaria.
¿QUÉ PASÓ CON FRIDA?
Ahora Frida, está con el 50 % del cuerpo paralizado, no puede movilizar con libertad. Ernesto intentó denunciar el hecho en la comisaría de Palacio Viejo, pero su acusación no fue aceptada.
“Exijó justicia para Frida y que está veterinaria cierre sus puertas. Que ya no haga sufrir a más canes”, sentenció Ernesto, notablemente abatido.
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