Un equipo de la Contraloría visitó la planta de derivados lácteos de Accopata, en Asillo (Azángaro), del Proyecto Especial Binacional Lago Titicaca (PEBLT), lo que permitió comprobar que dicho proyecto fue una auténtica estafa para los productores de esa zona.
Para empezar, el equipamiento necesario para la obra y que estaba incluido en su presupuesto, no existe en la obra. No hay batidor inoxidable, titina, envasadora al vacío ni descremadora.
Además, la poza o campo de infiltración se encuentra inconclusa, sin tapas y es inoperativa, al igual que el tanque elevado, el sistema de bombeo y las instalaciones sanitarias, así como las instalaciones eléctricas, donde en lugar de cajas se encuentran cables sueltos.
La construcción del local fue un auténtico desastre, ya que en el lugar señalado por los planos, como el ambiente de administración, se construyó un cafetín, y en el ambiente destinado a laboratorio se construyó una guardería.
La altura de los accesos a los ambientes, así como las puertas y ventanas, son distintas a lo indicado en los planos del proyecto.
Por supuesto, el proyecto jamás fue entregado a los beneficiarios, y mucho menos entró en funcionamiento; así pues, fue una burla completa para la población.
Los responsables de la recepción de la obra el 30 de noviembre del año 2021 fueron Max Núñez Coila, Tony Mamani Cariapaza y Juan Palacios Palacios, los cuales no realizaron ninguna observación.
Algo más:
La obra fue ejecutada por administración directa, y más de 287 mil soles se desperdiciaron durante su ejecución.
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