Mauro Mamani Macedo
Su obra empieza a conocerse con amplitud e intensidad, porque se incorpora progresivamente al campo literario mundial la rica y compleja obra del notable pensador andino. Solo teníamos la edición boliviana de El Pez de oro (1957), actualmente contamos con más de cuatro ediciones, incluso una edición crítica, publicada por la Editorial Cátedra, edición de Helena Usandizaga (2012), se suman tanto las ediciones de José Luis Ayala, como la edición facsimilar de la Universidad Nacional del Altiplano-Puno. Esto sin contar las ediciones informales y digitales. Interludio Bruníldico (1931), un poema largo compuesto de 12 partes dedicadas a celebrar la vida y recuerdo de su esposa e hijo que laten, una especie de alegato poético con la muerte. Estas son las dos obras orgánicas que publicó Churata en vida. Luego vinieron los libros inéditos: Resurrección de los muertos (2010), que sigue el estilo de El pez de oro, aunque con temas más específicos, por ejemplo, el cuestionamiento del mito de la muerte inventado por el hombre-letra. La edición preparada por Ricardo Badini. El otro libro póstumo es Khirkhilias de la sirena (2017), un poemario donde se representa con creatividad, sensibilidad y lucidez la cosmovisión andina, esta edición fue trabajada por Paola Mancosu. Actualmente, este es el corpus breve pero fulgurante de las obras orgánicas de Gamaliel Churata, porque sabemos que publicó miles de escritos en revistas, periódicos, antología, prólogos, cartas lo que nos deja un gran desafío para quienes buscamos rescatar su obra e instalarla en el circuito cultural vivo.
Dentro del rescate de su obra continental se ha realizado un trabajo significativo, el primer texto que apareció fue Gamaliel Churata. Antología y valoración (1971). En efecto, la primera parte está compuestas por una antología variada que reúne una de las conferencias que dictó Churata en Puno: “El Pez de oro, o dialéctica del realismo psíquico, alfabeto del incognoscible” (1965), artículos, fragmentos de El Pez de oro, poemas y cuentos que se publicaron en revistas y periódicos. La segunda parte corresponde a la valoración donde se incluye cartas, artículos, poemas dedicados a Churata. Esta obra se constituye en el primer trabajo amplio de y sobre Gamaliel Churata. Luego aparecerá El dolor americano. Literatura y periodismo en Gamaliel Churata (2009) de Guissela Gonzales Fernández, quien compila principalmente los artículos que publicó Churata en Bolivia referidos a la literatura y al periodismo, pero también se encuentran cuentos y poemas. Tal vez quien más haya contribuido con la difusión de la obra de Churata sea Arturo Vilchis Cedillo, nuestro hermano mexicano, quien a través de una editorial muy modesta, pero con gran responsabilidad en la edición, ha compartido varios textos de Churata, sea como sueltos o integrados a su libro Arturo Pablo Peralta Miranda. Travesía de un itinerante (2008), que es una especie de biografía cultural razonada y bien documentada sobre Gamaliel Churata, pero también un severo estudio interdisciplinario. Una labor similar ha desarrollado Wilmer Kutipa Luque quien fundó un blog, donde divulgaba los textos que compartíamos los que investigábamos la obra de Churata, luego comunicará en forma virtual dos libros El Gamonal y otros relatos (2013) y Textos Esenciales de Gamaliel Churata (2017). También aparecerá el libro Ahayu Watan. Suma poética de Gamaliel Churata (2013) donde compilamos los poemas dispersos en revistas y antologías. La Biblioteca Popular Transparencia pública Anales de Puno (1922-1924) de Arturo Peralta Miranda-Gamaliel Churata. También debemos mencionar el intenso trabajo de la revista Mariposa Mundial en Bolivia, que constantemente difunde textos inhallables de Churata. Asimismo, la Universidad Nacional del Altiplano ha reeditado varios libros de y sobre Churata, por ejemplo, la edición facsimilar de El Pez de oro y Anales de Puno. En la misma línea de recuperación de la obra de Churata, en el 2016 se ha reeditado el Boletín Titikaka, publicación que trabajamos en ayllu con el Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar y Lluvia Editores, la edición va antecedida por dos estudios.
Después de un largo trabajo de búsqueda y colaboración compilamos varias prosas breves, no comprendidos en Tojjras, único libro, de prosa breve, que Churata anunció en vida, lamentablemente no se editó, pero sí se publicaron en varias revistas de Puno, Cusco, Lima, Juliaca, etc. Antes y después de Tojjras publicó prosas breves cuando todavía firmaba como Arturo Peralta. En sus prosas extensas como: “Fuertes muchachos”, se discute la rivalidad familiar en los campos, y cómo se mantiene la responsabilidad a través del tiempo para defender la dignidad de la familia, donde se administra la justicia mediante códigos locales que rige la vida en el Ande. La prosa más extensa es “El gamonal” donde se representa la rebelión de la comunidad andina a través de técnicas vanguardistas de escritura. “Trenos del Chio Kori”, “Teofanoj jamunkaña” y “Línea escalonada”, están orientados a la ternura en el vínculo de un padre con su hijo, la celebración de sus vidas, pero sobre todo la esperanza de su retorno como una forma de negar la muerte. Tienen como referentes reales a Teofano, su hijo; Quimesa, su hija y Brunilda, su esposa. Asimismo, reflexiona sobre los saberes andinos y occidentales, en “El Kamili” donde un sacerdote andino, el tata Ulogio quien es un pako, un yatiri, quien busca explicaciones, por ejemplo, cómo los animales trabajan para que la suerte se enderece en forma favorable, es el kamili quien lee la coca, sabe curar las enfermedades, transmite la concepción de la muerte y la enfermedad en el Ande. El narrador desea que en algún tiempo se pueda valorar la inmensidad de este conocimiento.
Estos son solo algunos cuentos que encontramos en una indagación mayor que realizamos durante varios años. En ese camino recibimos el apoyo de nobles personas del país y del extranjero, va mi agradecimiento total para ellos desde estas páginas, en los 50 años de eternidad de Churata y Arguedas, porque como afirma Gamaliel Churata “De nada vale en el mundo nuestra ignorancia, la forma de salvarnos es conocernos”, pues trabajar en ayllu y practicar el ayni académico nos fortalece.
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