Puno. Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) son vitales para la conservación de los ecosistemas representativos del país. En nuestra región existen tres de estas, con una extensión de más de un millón de hectáreas, que representan el 14.5% del territorio puneño y el 5.6% del nacional.
Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) contribuyen significativamente a las economías locales y regionales, a través de diferentes actividades. Según Víctor Hugo Apaza Vargas, jefe del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) en Puno, en la región existen tres de estos espacios, cuya cautela es una tarea permanente y prioritaria.
Áreas naturales protegidas:
La más conocida es la Reserva Nacional del Titicaca, que tiene un área de 36 mil 180 hectáreas. También se encuentra el parque Bahuaja Sonene, asentado entre Puno (70%) y Madre de Dios (30%), con un área de 1 millón 91 mil 416 hectáreas.
Por otro lado, en Yunguyo está la reserva del cerro Khapía, que fue creada en el 2011, con una extensión de 18 mil 313 hectáreas. Esta zona está reservada, pero aún no se encuentra categorizada, porque no se sabe si será parque o santuario. Ello se determinará mediante talleres de consulta con la población.
El trabajo
Según el funcionario, en la tarea de cuidar y conservar se hace un trabajo puntual con las poblaciones para el uso adecuado de las reservas naturales.
En el área afectada por alguna actividad antrópica (acción o intervención realizada por el ser humano), como la deforestación o cualquier otra, se debe monitorear a las especies emblemáticas (flora, fauna e incluso el paisaje).
Los guardaparques son los principales vigías quienes muchas veces están expuestos a diferentes riesgos por parte de quienes atentan contra él. A nivel de la región Puno se cuenta con 19, excepto en el cerro Khapía, que aún no está categorizado.
Amenazas antrópicas:
En la Reserva Nacional del Titicaca, la quema de totorales y la caza indiscriminada de aves acechan principalmente a este ecosistema. El jefe del Sernanp afirma que está permitido capturar a algunas especies y la recolección de sus huevos para el autoconsumo. No obstante, suele haber gente maliciosa que las mata con escopeta para comercializarlas.
El parque Bahuaja Sonene, a su vez, está en peligro inminente por la minería ilegal y la tala selectiva de árboles. La DREM, SERFOR y otras entidades deben prevenir esto último.
Cabe precisar que en las áreas naturales protegidas se respetan los derechos adquiridos previamente a la existencia de las comunidades. Se respeta la propiedad privada, sus usos y costumbres
En el cerro Khapía, el uso no racional de agua en las cabeceras de cuenca es un tema pendiente a trabajar con la Autoridad Nacional del Agua (ANA). Además, existe una concesión minera desde antes de la creación de esta área, la cual, para iniciar sus operaciones, necesita autorizaciones del Sernanp y otras entidades.
Invocación
El Sernanp busca la articulación territorial, asegura Víctor Apaza, especialmente en las labores de observación. Los comités de gestión están integrados por representantes designados por las autoridades de instituciones públicas y privadas, para fortalecer las actividades, no necesariamente un plan de trabajo.
Por ejemplo, hay 51 actores en la reserva nacional del Titicaca, entre ellas el PELTB, ALT, DIREPRO, la Marina, la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), que realiza proyectos sobre el cuidado de la totora y preservación de alimentos para la fauna, etc.
En la mira:
En el ámbito de la región existen 19 zonas de conservaciónencia de Recursos Naturales del gobierno regional. Un par de ellas podrían conservarse en áreas de conservación, pero se necesita fortalecer los estudios.
Los humedales son ecosistemas muy importantes. Existen áreas dentro de su protección como los bofedales. Existe un reconocimiento de sitios Ramsar, considerados de importancia internacional. A nivel del Perú son 13 sitios Ramsar, 10 en las áreas naturales protegidas.
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