Ahora que la apuesta para la construcción del Hospital Manuel Núñez Butrón de Puno coloca todas las fichas en la modalidad de gobierno a gobierno, se debe advertir que no todo es limpio ni eficiente en esta opción, especialmente si se habla del gobierno francés.
La publicación “Hildebrandt en sus 13” informó sobre varios casos de corrupción vinculados precisamente a una empresa de ese país encargada de contratos de construcción bajo la modalidad de gobierno a gobierno en varios países.
Se trata de “Egis”, que pertenece en parte al Estado Francés y en parte a empresarios de esa nación, la cual fue protagonista de sonados escándalos de corrupción.
En el continente africano se desató un gran alboroto cuando se reveló que dicha empresa sobornó con 8 millones de euros a la hija del presidente de Gabón, Omar Bongo. Este caso está en proceso judicial.
En Panamá, “Egis” está a cargo de dos proyectos de agua potable y saneamiento. Los franceses han admitido haber sobornado a un funcionario de ese país por $ 16 mil, pero esto parece ser solamente la punta del iceberg.
Por estos y otros casos, esta empresa ha recibido sanciones por parte del Banco Mundial, aunque ellos atribuyen la responsabilidad a sus filiales.
En Perú, se ha confirmado que una eventual construcción de varios hospitales en el interior del país estará a cargo de empresas francesas bajo la modalidad de gobierno a gobierno.
Si bien esta modalidad ha dado buenos resultados para los Juegos Panamericanos, no se debe bajar la guardia, especialmente considerando este tipo de antecedentes.
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