Te recomendamos juguetes con plataformas a distintos niveles y rascador incorporado. Puede venirte muy bien para estas situaciones. Facilitas la labor de evitar el arañado y también la de subirse a la mesa.
Algo tienes que hacer, porque el gato también es escalador por naturaleza. En este caso debes volver a usar la razón y la paciencia para enseñar a tu gato a no hacer algo que a él le encanta y a ti te gustaría evitar.
Como siempre, es más fácil enseñarle modales cuanto más pequeño sea tu gato. Por supuesto, tú también debes colaborar, en principio no dejando nunca comida en la mesa. De todos modos, esta no es la única razón por la que tu mascota puede subir a la mesa.
Los gatos son muy curiosos, y unas llaves, un adorno llamativo… cualquier cosa puede llamar su atención y hacerlo trepar. Lo mejor, por tu parte, es que durante un tiempo procures que la encimera esté completamente vacía.
Durante un tiempo, si tienes un gato un poco cabezota, prueba a colocar sobre la mesa algunas tiras de papel de aluminio. A muchos gatos no les gusta su sonido y reflejos y evitarán subir con el tiempo. En cualquier caso, la paciencia aquí también resulta primordial.
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