Columnista: Walter Paz Quispe Santos
Este fin de semana, un número significativo de docentes rindieron sus evaluaciones relacionadas con el dominio a nivel oral y escrito de las lenguas originarias, es decir, el aimara y quechua. Las exigencias de dominar las lenguas proceden de una realidad sociolingüística donde existe un predominio de estas lenguas en la comunicación cotidiana y sobre todo en espacios escolares que, en su gran mayoría, son una población migrante.
Lo que no resulta compatible, coherente ni aceptable, es que en las UGEL y la DREP se encuentran unos oportunistas de especialistas de EIB que no dominan la lengua con performance, pero que cumplen la labor de tales mostrándose como verdaderos impostores y desleales a la cultura y la lengua, y por un puñado de soles que implica ser especialista del bilingüismo y la interculturalidad.
Estos especialistas se han dedicado en muchas oportunidades a evaluar a docentes de distintos niveles y modalidades, sin la transparencia en el manejo de las lenguas. Si el Ministerio de Educación obliga el dominio de las lenguas a los nuevos docentes, debería exigir con la misma energía a los directores de las UGEL, que en ese tema andan más perdidos y con poca sensibilidad con las lenguas originarias y hasta burlándose con muchos programas específicos del Ministerio de Educación, cometiendo delitos de peculado de uso y malversación de fondos.
Ese es el típico caso de la UGEL Puno, con el programa “La Escuela del Aire”, que emite con financiamiento de la DIGEIBIRA para precisamente promover, vía la comunicación radial, el uso de las lenguas originarias; lo curioso es que el deshonesto director de la UGEL Puno prefiere lanzarlo en castellano y con dos neófitos e improvisados conductores como “Jaimito” y “Jenysita”, que se la pasan en todo el programa saludando a sutano y mengano, y de cuando en cuando haciendo propaganda para cursos bamba pro bolsillo de algún funcionario al cual seguramente le va más el dinero fácil que trabajar en la misma institución. Tremenda estafa a los objetivos nacionales de la Dirección General de Educación Intercultural Bilingüe del Ministerio de Educación.
No es menos parecida la actitud de un dirigente del SUTEP que anuncia odiosamente que luchará contra el uso de lenguas originarias por no convenir a sus intereses personales y políticos. Veamos este caso: el dirigente procede de una facción del maoísmo que, en alguna época de la historia de la China Popular, prohibió las lenguas originarias, por ser consideradas “inferiores al socialismo”, y que para asumir esta fase de desarrollo como parte de un acercamiento al comunismo, debían de olvidarse del uso de las lenguas originarias. En eso consistía la revolución cultural de Mao, pero hoy en día en la revolución pos cultural existen más de 400 etnias que exigen su reconocimiento como cultura y una realidad lingüística, lo que ha cambiado por completo de los maoístas después de Mao y replanteado sus políticas hacia un rescate y preservación de las lenguas originarias. Al parecer, este eterno dirigente no está enterado de lo que hoy ocurre en la China de estos tiempos, que poco a poco viene estableciendo políticas para posicionar sus lenguas y culturas ancestrales. Tendría que leer las últimas informaciones de la China multicultural y multilingüe que hoy sus habitantes reconocen como parte de su diversidad, y no mostrarse perdido en el tiempo y el espacio, cual estúpido que busca desconocer una realidad inevitable.
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