Resultados esperados
Describir las consecuencias de beber o no suficiente líquido, de preferencia agua simple.
Relacionar las consecuencias con síntomas visibles como por ejemplo la constipación, el rendimiento al hacer actividad física, o bien la hidratación insuficiente y el cansancio, dolor de cabeza, malestar general y la dificultad de concentración, esto último es un aspecto que la mayoría de los estudiantes desconoce y que puede serles muy útil. Esto ayuda a motivar a las personas a tomar acción.
Los testimonios (en folletos, carteles, videos o presenciales) son muy eficaces ya que muestran cómo otras personas han tenido éxito en realizar la conducta, en este caso beber más agua y qué fue lo que sucedió con los síntomas que presentaban.
Capacidad de comportamiento
Pedir a la persona que evalúe cuánta agua simple bebe y fije una meta de consumo, por ejemplo:
• Registre durante dos o 3 días usuales las bebidas que ingiere y la cantidad de cada una. Esto le permitirá identificar cuándo bebe o no agua simple y por qué, además del volumen. También puede proponerle que observe el color de su orina para saber si toma suficiente líquido, de preferencia agua simple. Si la orina es clara, es muy probable que la cantidad sea adecuada.
• Determine una meta factible de consumo de agua simple a partir de los resultados del registro y durante un tiempo se monitoree. El avance es lo importante.
Modelado
¿Qué pasaría si modelamos de forma deliberada aquello que queremos que hagan los pacientes, y que además también nos beneficia a nosotros? Que nos observaran beber con gusto agua simple de un vaso o botella que tenemos frente a nosotros. Y si además ¿les ofreciéramos agua?, ¿si en las salas de espera hubiera agua simple disponible?, ¿si los niños observaran a sus padres tomar agua de manera frecuente?
Autoeficacia
Como las personas tendemos a elegir aquellas actividades en la que consideramos que podemos tener éxito, es importante que el equipo de salud los apoye para que aumenten sus probabilidades de logro, por ejemplo:
– Ayudar a los pacientes a establecer una meta realista.
– Sugerir formas de resolver las barreras que les dificultan beber agua simple, por ejemplo si de falta de disponibilidad se trata, la persona puede procurar tener siempre una botella, dispensador o jarra con agua en un lugar muy visible donde lo vea de manera constante. Si la dificultad radica en la falta de sabor del agua simple, le puede poner unas gotas de limón o naranja. Si con el frío no le apetece beber, quizás probar con infusiones y tés calientes de diferentes sabores. O bien si no recuerda beber, quizás pueda solicitar que le recuerde a otra persona con la que convive mucho, como un familiar o compañero de trabajo, incluso existen aplicaciones para teléfonos celulares con este propósito.
– Ofrecer oportunidades de beber agua simple en consultorios y oficinas.
Reforzamiento
Reconocer los avances que la persona va teniendo hacia la meta de beber más agua simple, es la manera más sencilla de reforzar esta conducta.
Comentario sobre post