El 2017, solo 3 de 55 kits de revocatoria obtenidos llegaron a fase final. de esos, solo dos lograron el cambio de autoridades
Por: Mónica Cuti
En Arequipa, las voces que piden la revocatoria de autoridades suenan desde el año pasado. Las últimas semanas, estos requerimientos se están materializando y algunas agrupaciones de ciudadanos y políticas han comenzado a pagar para adquirir los kits ante la Onpe.
Si bien estos procesos son un derecho ciudadano, ¿quienes los impulsan realmente buscan sacar a la autoridad o solo hacen ruido? Además, ¿cuántas de estas prosperan?
A nivel nacional, desde la vigencia de la Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadano, introducida en la Constitución de 1993, miles de opositores han tratado de alejar del poder a autoridades elegidas. La normativa ha sufrido diversas modificaciones para evitar que sea usada por intereses políticos, una de las últimas fue después del intento de revocatoria a la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán, donde se retiró de la norma que se realicen elecciones para escoger a nuevas autoridades. Con esto, quien asume el cargo es el siguiente en mando o accesitario.
Sin embargo, estos procesos no dejan de tener pedidos llenos de intereses políticos, según recalca el analista político Gonzalo Banda. Si hacemos un “flashback” al proceso de revocatoria de 2017 en la región, de los 55 kits adquiridos para retirar a la exgobernadora Yamila Osorio, alcaldes y regidores, solo tres llegaron a la fase final, de los cuales, solo dos lograron el cambio de autoridades (Ocoña, en Camaná, y Tisco, en Caylloma), los demás quedaron en el camino.
El sociólogo Fernando Raúl Fernández señala que falta peso en los pedidos de revocatoria, pues quienes los están promoviendo no tienen mucha representatividad y muchas veces se mueven por intereses personales o de un grupo, lo que hace que la gente no se identifique con el problema y no apoye el pedido.
EN LA MIRA
El alcalde provincial Omar Candia está en la mira de los revocadores. Víctor Mendoza, quien encabeza el pedido, si bien tiene un grupo que lo apoya, también ha recibido críticas, pues es parte de los transportistas que no lograron una licitación en el Sistema Integrado de Transporte (SIT). Participó de protestas en contra de la comuna, las que en su momento fueron calificadas como infundadas y movidas por intereses de informales.
El pedido de revocatoria para el gobernador Élmer Cáceres tiene dos cabezas, una presidida por el exalcalde provincial Yamel Romero y otra por el ciudadano Jaime Gutiérrez. En el primer caso, ya se habría comprado los planillones y están a la espera de su entrega. Mientras que en el segundo caso, Gutiérrez realizó una alianza con promotores de revocatoria de distritos y provincias para juntar las rúbricas. Gutiérrez busca la salida de Cáceres Llica, el vicegobernador Wálter Gutiérrez y los consejeros regionales.
El analista Gonzalo Banda señala que, si bien es incierto lo que pueda ocurrir con el pedido de retiro de alcalde y regidores, el caso de Cáceres Llica es distinto, pues desde que empezó su gobierno ha ganado muchos anticuerpos de diferentes sectores de la población, sumando a ello su mal manejo frente a la pandemia y sus intereses políticos durante esta etapa, lo que genera el rechazo de muchos ciudadanos. El riesgo de que pueda ser vacado es alto.
Lo que pueda ocurrir con la Región o municipio tras este proceso siempre es un riesgo, dice Banda, pues probablemente quien asumiría el cargo sería una persona de la misma línea de la autoridad (vicegobernador, primer regidor, accesitarios); pero en el caso del gobierno regional, el vicegobernador Wálter Gutiérrez parece que tiene disputas con Cáceres Llica y sus intereses no se conocen con exactitud.
EL PROCESO
El proceso para una revocatoria no es corto, tras las modificaciones de la ley, solo puede realizarse en el tercer año de gobierno de la autoridad y la recolección de firmas se da con un año de anticipación, la cantidad requerida es el 25% de firmas del total de la población.
El especialista en derecho electoral Jorge Mamani señala que mayormente este tipo de procesos prospera en distritos pequeños, claro ejemplo es el caso de 2017, cuando se retiró a las autoridades de los distritos de Ocoña (Camaná) y Tisco (Caylloma). Lograr la cantidad necesaria para revocar a alcaldes provinciales o gobernadores es más complicado y costoso.
Mamani explica que los planillones donde se juntarán las firmas son revisados cuidadosamente por la Onpe, donde se validan las firmas y los nombres de los firmantes del pedido. Las razones para la solicitud de revocatoria pueden ser muchas, menos las que permiten una vacancia o suspensión.
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