Los Andes

¡Pobrecito! Cuando el cosito se dio cuenta que iba a prender la luz de un generador a gasolina y no de la red de electrificación, gritó “¡ay, me muero!� ¡No era para menos, pues la mismísima ministra de Energía y Minas –que debe tener un electrón desajustado–, reconoció que el acto era “simbólico�, pues la obra está inconclusa! ¡Qué roche!

¡Inspección! La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria le pedirá hoy al rector, a todos los decanos y docentes de la UNACV que presenten sus certificados de estudios, grados y títulos debidamente legalizados, para demostrar que ninguno de ellos ha logrado sus títulos con dos años de estudios. ¡Ojalá pasen el examen porque si no pueden ponerse al borde de la extinción!

¡Acompañado! El Martín Belaúnde no quiere estar solito en cana. ¡Ha dicho que regresa al Perú siempre y cuando lo encierren junto a la Nadine, el cholo de acero oxidable y la Keiko que están acusados del mismo delito! ¿Y por qué el PJ no le hace caso? ¡Total, si los ponemos juntos y grabamos sus conversaciones a lo mejor descubrimos quién se llevó el oro y la plata de Malika!

¡Monse! El Mauri quiere colgar de las borolas al Hughes Llanos y al Milton Caripapaza, pues por su culpa no usó ninguno de nuestros idiomas originarios ni cuando iba al baño. ¡Ahora que el PJ ha realizado la primera sentencia en aymara, ha convertido a su presidente en una estrella internacional y todos quieren llevárselo a las Europas para que explique cómo le ha hecho! ¡Piña pe’ curaca!

¡Chorazos! Durante sus clases en el Perú Birf, decían a sus pupilos que la honradez debía ser la característica de un buen alumno. ¡Pero en luna llena, esos fulanos se convertían en hombres lobo y robaban telas de su colegio al por mayor! ¡Felizmente los cogieron in fraganti y ahora les van hacer devolver hasta el pizarrón que se perdió en 1999! ¡Bienhecho, por pendejeretes!

¡Desesperado! Cuando se enteró que el cosito ya había inaugurado la obra de electrificación en Pichacani, al René se le heló el guano y le empezó a sudar la espalda. ¡Repuesto de la sorpresa y seguro que no le avisaron de la llegada del presidente porque ya tiene olor a cadáver, se dirigió a su despacho para guardar sus cositas y alistarse para el inminente despido! ¡Qué se le va hacer!