Los Andes

Autoridades locales y regionales no le dan la debida importancia a las danzas que se encuentran en riesgo de extinción.

El mes de febrero, en Puno, es una época de colorido, ritmo y fervor religioso. Para participar de ello, diversas poblaciones se preparan anticipadamente, pues el motivo principal de todo es el culto a la virgen de la Candelaria, patrona de los puneños. Las danzas en riesgo de extinción, representativas de nuestras culturas más antiguas, no son ajenas a esta fiesta, por lo que se presentan en estadio Enrique Torres Belón, demostrando fe, belleza y emoción.

El periodista, compositor e intérprete de instrumentos autóctonos peruanos, Omar Aramayo, indicó que las danzas autóctonas son la representación cultural y costumbrista de los pueblos originarios de Puno, aunque con el pasar del tiempo corren el riesgo de extinguirse; algo que debe evitar la Federación Regional del Folklore y Cultura de Puno, en vez de promocionar tanto las danzas con trajes de luces, pese a que estas son prestadas de un país hermano.

Mencionó que la raíz de una historia parte de la costumbre ancestral de un pueblo, desde su vivencia, sus actividades diarias, como la crianza de animales, hasta el sembrío y cosecha de sus productos; las danzas autóctonas representan ello y cada una realiza su coreografía en base a lo vivido.

Dijo también que muchas de las danzas tienen mayor realce y participación en los carnavales, donde realizan homenajes a la Pachamama, para agradecerle por el fruto que les brinda para la alimentación de sus familias y, con el forraje, también para la alimentación de sus animales.

Además, sostuvo que entre de las danzas en peligro de extinción se encuentran los Llameritos de Canteria, las Choquelas, los Pulipulis, los Novenantes y Los Unkakos, conjuntos que se fueron revalorando pese al riesgo de extinción en el que se encontraban; sin embargo, deben seguir buscando y revalorando más danzas que se encuentran en la misma situación.

“Si en el presente año se recuperaron conjuntos extintos, para el año próximo deben seguir siendo recuperados, porque es la identidad cultural de nuestros pueblos y parte de su historia, creencia y cosmovisión andina�, dijo el periodista.

Por su parte, el analista cultural Oscar Bueno, señala que no existe una cohesión de las autoridades. A su juicio, para una mejor conformación y difusión de la cultura folclórica de la región, se debe conformar un patronato, el cual debe estar conformado por el Gobierno Regional, el Municipio Provincial de Puno, la Dirección de Cultura y las instituciones orientadas a la promoción de la cultura.

Asimismo, indicó que no existe un registro especializado de danzas autóctonas (lo que debería hacer la Federación Folklórica), y si lo hay, no están bien categorizadas; muchas veces se confunden los rituales con la danza, lo que confundiría la expresión dancística.

Indicó que la originalidad de la danza se presenta en el lugar donde nace y que, con el tiempo, van teniendo variaciones, como la constitución de sus trajes. Y es que, años atrás, los trajes eran elaborados de bayeta, además de contener buenos diseños y figuras en la vestimenta; con el pasar del tiempo, esto fue cambiando y en la actualidad se utiliza, para la confección de trajes, la bayetilla.

Sin embargo, los diseños y formas de las imágenes de sus trajes continúan, pero imponiendo mayor colorido; en cuanto a la coreografía, en tanto, se preparan con anticipación para poder mostrar al público cada una de sus costumbres.

Las danzas, añadió, están perdiendo la popularidad que tenían años atrás. Antes la misma población se encargaba de dar el ejemplo a sus menores hijos, cosa que ya no se hace eficientemente, pues muchos no sienten identificación con lo suyo.

Según Oscar Bueno, existen clases de bailes, como el baile étnico, llamado también etnobaile, que es tradicional, con forma musical propia, de carácter ritual y vestido típico, a veces está inmerso en la danza; asimismo, destaca el baile mestizo, con forma musical y ritmo propios, de movimientos improvisados, con vestimenta popular. Finalmente, está el baile moderno, que es citadino, impuesto por la moda, algunos de origen tropical, con forma musical propia, movimientos improvisados, con ropa de diario.

Además, mencionó que las danzas registradas por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad no contienen registros y se desconocería cuál es su historia y vestimenta; según dijo, es trabajo de las mismas autoridades buscar y registrar su historia.

A su turno, el director de Cultura, Gary Mariscal, indicó que se viene elaboraron un libro sobre el patrimonio cultural de Puno, en el que constarán también las danzas costumbristas en proceso de extinción, e indicó que se viene elaborando este material con el fin de poner en conocimiento a la población sobre cuántas danzas se encuentran en peligro de extinción, a fin de revalorarlas.