Los Andes

El 05 de noviembre pasado se llevó a cabo la escenificación de Manco Cápac y Mama Ocllo, quienes salieron del Lago Titicaca para fundar el imperio incaico. Nivardo Carrillo, quien interpretó al primero de ellos, conversó con este diario.

La suya es una historia llena de sacrificio y amor al terruño, pero sobre todo deseo de convivir con lo nuestro, con lo auténticamente nuestro. Nivardo Carrillo Gutiérrez, quien este año también personificó a Manco Cápac, por eso, se muestra amable y dispuesto a conversar abiertamente sobre diversos temas.
“La juventud es el presente del desarrollo que vivimos�, dice en determinado momento, con su característica sencillez, para luego añadir: “Toma a este mundo moderno y globalizado a servicio de nuestra cultura; si lo tenemos, vamos a entender la parte auténtica a la que pertenecemos: lo incásico, lo andino, los valores del amor, dignidad y respeto�.
En seguida, con una sonrisa que deviene en un rictus de seguridad, pide: “Abracemos esos valores y vamos a entender mejor al mundo�. Con estas palabras, que acaso avisan de una profunda filosofía, Nivardo se predispone a conversar amistosa y confiablemente.
Educado desde niño en la antropología histórica, la arqueología, así como en el patrimonio andino, las danzas y la música de nuestros ancestros, él es una persona que sabe lo que ha logrado a través de los años, por lo que dice, resueltamente:

“Hoy, Cusco y el mundo sabe quién es Nivardo Carrillo, pues ha demostrado su valor en base a esfuerzo, dedicación, espiritualidad y mostrando valores, lo que es muy difícil en este mundo moderno y globalizado�.

Aunque tales palabras, aparentemente, encierran algo de vanidad, Nivardo las dice más bien con el tono de aquel que ha logrado todo a base de trabajo constante y enorme sacrificio. En ese entender, cuando se le pregunta por su experiencia reciente como Manco Cápac, responde:

"En la parte actoral existe la construcción del personaje, que implica la evocación de este, por lo que debo dejar a Nivardo de lado. Ahora representé al inca y visioné una persona de 50 años, con canas, arrugas, el pensamiento y sentimiento de este, su nombre, su comida y su espacio vivencial, esta construcción me ayuda a tener su aura".