Los Andes

1.- El triunfo de la revolución cubana, el 1 de enero de 1959, y su posterior auto proclamación como socialista, marcó un hito en las luchas revolucionarias del mundo, en particular en los procesos políticos latino americanos.

El triunfo de los revolucionarios cubanos, liderados por Fidel Castro Ruz, que incluía a los míticos Ernesto Che Guevara, Camilo Cienfuegos, entre otros, fue precedido de una serie de hechos heroicos, como el desembarco en Playa Girón, en el Gramma, el asalto al Cuartel Moncada, las jornadas heroicas de la Sierra Maestra, con los cuales los revolucionarios, ganaron legitimidad, y la simpatías de las mayorías cubanas, que los saludaron y recibieron en su entrada triunfal a la Habana, capital de Cuba, ese histórico primero de enero.

Las tropas del dictador Batista, fueron derrotadas por un grupo románticos de guerrilleros, que contaron con el respaldo de la población, caía así una dictadura sangrienta, pero sobre todo corrupta, que había convertido a la Isla, en un sórdido prostíbulo, bajo el rotulo de casino.

El pueblo cubano con la revolución, recupero su dignidad, el pueblo latino americano, sintió suyo este triunfo, las juventudes del mundo, la tomaron como su bandera, como icono de sus ilusiones de un mundo mejor.

Los Estados Unidos, como expresión del imperio, combatieron esta revolución, y ante su fracaso, desde el 1962, aplicaron un bloqueo a Cuba, con la complicidad de la gran mayoría de gobiernos americanos que conformaban la Organización de Estados Americanos (OEA).

2.- El uso de la violencia en la revolución cubana, se justifico porque en ese entonces era el único camino, que quedaba, ante el régimen dictatorial de Fulgencio Batista, las amenazas y los ataques en contra de la revolución cubana, explicaron y justificaron, la no implementación de mecanismos de alternancia, como las elecciones.

La democracia y los instrumentos que ella dispone, son medios para evitar que los grandes males que aquejan al ejercicio del poder, la corrupción y el abuso, se desarrollen y socaven la viabilidad y convivencias sociales.

En Cuba, la legitimidad del Gobierno que encabezo por casi 50 años Fidel Castro Ruz, se expresaba en el apoyo absolutamente mayoritario de la población, que cerraba filas en defensa y continuidad de la revolución, sin embargo hubiese sido mejor que se aplicaran mecanismos democráticos, que la hagan más sólida, como la implementación de procesos electorales, al alternancia en el poder, la pluralidad en el ejercicio del gobierno, los mecanismos de control, división de poderes.

Los ideales socialistas, no son ni deben ser, incompatibles con los mecanismos democráticos, por el contrario, deben fortalecer los procesos revolucionarios de cambio, en lugar de debilitarlos.

Las elecciones le otorgarían la periódica renovación de la legitimidad, no basta para ello la entrega y honradez de los líderes, que en el caso de Fidel Castro Ruz, son indiscutibles.

La alternancia, por la cual, se hubiese limitado las reelecciones indefinidas, para dar paso a gobiernos de otras personas, en lugar de debilitar la revolución la fortalecen, al construirse equipos de dirección de reemplazo.

No es difícil imaginar que si se hubieses convocado elecciones, con alternancia, Fidel Castro, se hubiese reelegido varias veces después d periodos intermedios ,en los cuales la conducción del proceso hubiese estado en otras manos, también revolucionarias.

3.- Es normal que en el seno de toda sociedad, país, se presenten diferentes puntos de vista, opiniones, por ello la tolerancia, es parte de la democracia, en Cuba aparecieron movimientos como el del Proyecto Varela, en la cual militaba Orlando Zapata Tamayo, quien ha fallecido después de 85 días de haber estado en huelga de hambre, pidiendo ser considerado prisionero de conciencia, como la había declarado desde el 2003 Amnistía Internacional, así como el derecho de prepararse sus propios alimentos en prisión.

En forma equivocada el gobierno cubano, no le concedió estos dos pedidos, lo que llevo a la muerte de Zapata, el que ha sido enterrado en la localidad de Banes, en la provincia de Holguín, a unos 800 kilómetros al este de la Habana.

La muerte y el entierro de Zapata coincidió con una visita del presidente del Brasil Ignacio Lula da Silva, quien declaro que lamentaba esta muerte.

Nuestra solidaridad con el derecho de ser disidente de Orlando Zapata Tamayo, nuestras condolencias a sus familiares y amigos, a la par que ratificamos nuestra solidaridad y defensa de Cuba revolucionaria.

Quienes admiramos e hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance por defender la revolución cubana, como una forma de defendela, es exigirle que implemente mecanismos de la democracia, las elecciones libres, la alternancia la pluralidad, la tolerancia con los disidentes.

El socialismo y la justicia social, no son contrarios a la democracia, y la democracia no es ni debe ser exclusividad de los regímenes capitalistas.

El socialismo y la democracia, deben ir de la mano, para sentar las bases de una verdadera y duradera justicia social.