Los Andes

Hablar del colapso de la izquierda peruana, obliga a decir de una oferta política ausente desde los años 80´, de los migrantes de las excluidas comunidades andinas y selváticas, que comenzaron desde los años 50´, la gran invasión a las grandes ciudades, para pasar a formar el sector “informal�, y sean hoy más del 90% de la PEA en el siglo XXI.

El sector económico ligado al mercado y a la globalización en el Perú; no buscará la inclusión de éste nuevo proletariado “informal� de resistencia al gran capital.
La debilidad de la izquierda peruana, es no promover el estudio y la discusión de las distintas corrientes de pensamientos transformadores que vienen surgiendo, para que, sustentándose en un análisis crítico de ellos, afinen sus planteamientos teóricos y prácticos. Estar al día en los conocimientos y no quedarse sólo en una repetición mecánica de slogans revolucionarios del pasado, es un reto al congelamiento del marxismo en el Perú.

Desde 1990 hasta el 2,011, la izquierda peruana en lo que atañe a la experiencia en el manejo del Estado y las empresas, no comprende que el capital ha administrado de forma continua el Estado, las empresas, las instituciones científico-tecnológicas, lo que le otorga una gran ventaja con relación a la izquierda, que sólo actúa, en términos generales, de manera limitada y subordinada, cuyo mérito son los frentes y movimientos regionales.

La visión equivocada del poder, centrada en el control del Estado, hace que se descuide la organización de la sociedad civil, en tanto se espera tomar el poder para emprender los cambios desde arriba. Hoy los frentes y partidos regionales, son un reto al centralismo.

La realidad peruana del siglo XXI, es mucho más compleja y dialéctica, en tanto que “los “informales�, son el verdadero poder, los que están en posición de garantizar que se cumpla en la realidad concreta, la transformación por la que se lucha y que se impida que los grupos mercantilistas, manejen sin proyecto país el Perú, para una nueva república.

La edificación de una oferta política de la izquierda peruana, podemos resumirlo: primero, por sus frutos los conoceréis; segundo, por su organización y democracia interna; tercero, por la multiplicación y renovación de cuadros; cuarto, por la formación profesional, ética y democrática de sus cuadros; cuarto, por su presencia en la lucha de los derechos humanos, sociales, políticos, económicos, ecológicos; quinto, por la elaboración de proyectos y propuestas de desarrollo; sexto, por una educación popular liberadora multidimensional en todos los espacios humanos y en todos sus niveles; séptimo, impulsar a las universidades, y en especial a las públicas, a que propicien programas de investigación y asesoría en los grupos informales de producción económica, en escuelas, en pueblos jóvenes, en zonas rurales apartadas y en los centros de salud de esos lugares; octavo, orientar su accionar a privilegiar la organización en la base mediante formas colectivas de producción económica, política y cultural, especialmente en las comunidades andinas y amazónicas y el sector informal:  noveno, organizar de manera colectiva y flexible a la pequeña empresa; y décimo, transformar las relaciones sociales dentro de todas las unidades económicas, culturales y políticas existentes, en las grandes ciudades. ¿Aceptarán el desafío?