Los Andes

Javier Diez Canseco Cisneros, falleció a las 10:22 de la noche del sábado 4 de mayo, después de una dura batalla contra el cáncer, que se diagnosticó desde enero del presente año. Han sido tres meses en vilo, pendientes de la evolución de su salud, finalmente nos deja un gran luchador por la justicia y la igualdad.

Ha sido velado en la Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde desde el domingo hasta el martes 7 de mayo, han concurrido a su velatorio miles de peruanos, que han venido de todos los rincones del Perú, donde la Municipalidad de Lima Metropolitana, le entregará en forma póstuma, la Medalla de la Ciudad y lo reconocerá como ciudadano ilustre, de manos de su alcaldesa Susana Villarán.

El martes a las 10 de la mañana, partió acompañado de miles de peruanos, por las calles de Lima, recibiendo homenajes en la Plaza Bolívar, de los congresistas que votaron en contra de la infame sanción que impulsaron los sectores del fujimorismo y los aliados con el fujimorismo; luego el cortejo se dirigió a la Plaza 2 de Mayo, donde el sindicalismo, encabezado por la CGTP, le dio un saludo y homenaje, después en la Plaza Bolognesi, le expresaron sus reconocimientos los partidos de izquierda, en especial el Partido Socialista Peruano; finalmente, alrededor de las 2 de la tarde, fue cremado, para que sus cenizas sean guardadas en el Cementerio Plesbítero Maestro.

Como en el país entero, en Puno también lo recordaremos siempre, como el militante político de izquierda, que nos acompañó en importantes luchas, contra la pobreza, el centralismo, la corrupción, en defensa de los derechos humanos, la descentralización, por la pacificación de Puno, contra la violencia terrorista de Sendero Luminoso y los grupos paramilitares.

Fuimos, somos y seremos, sus compañeros y camaradas, en la lucha por conquistar un mundo mejor, creemos que los seres humanos somos iguales, que tenemos los mismos derechos y obligaciones, aunque reconociendo y respetando nuestras diferencias, culturales, artísticas o de otra índole. La igualdad es en el trato y en las oportunidades, se trata de derechos y justicia.

Como el mismo Javier Diez Canseco señalaba, después de visitar comunidades campesinas aymaras y quechuas, en Puno, como voluntario de Cooperación Popular, conoció de cerca la pobreza en que viven muchos peruanos, campesinos, por lo que tomó la decisión, de dedicarse a la política y luchar, al lado de los pobres, contra la injusticia y la corrupción que hace años lacera nuestro Perú, a lo largo de nuestra historia; incluso desde antes del nacimiento de la república peruana.

En la lucha por un mundo mejor para todos, aprendimos de Javier Diez Canseco, que la lucha por un mundo de igualdad y justicia, es la lucha contra toda forma de imperialismo, que para ello hay que optar por el socialismo, tomar como instrumento de análisis y lucha el marxismo, que nos dice que al final del túnel, hay un mundo de abundancia, con justicia e igualdad, donde el pan y la belleza son posibles.

La política es compatible con la alegría, con los carnavales, la fiesta de la Candelaria en Puno, la lucha por las tomas de tierras, la descentralización, por la pacificación de Puno; contra el terrorismo, los paramilitares y el Grupo Colina; los esfuerzos del Ande Rojo, el Foro Democrático, la amistad, los sueños e ilusiones.

Javier, nos acompañó a los puneños, en las luchas por la tierra para los campesinos comuneros, que tomaron más de 1 millón 200 mil hectáreas, lucha que la Iglesia progresista respaldó, al igual que lo hizo en la lucha por el reconocimiento y respeto de los derechos humanos.

En el mundo de la política, se tropieza y combate a diario la corrupción que, como decía Gonzáles Prada, brota por todos lados, manteniendo la lealtad a los principios, la búsqueda persistente de un mundo mejor para todos, sin pobreza, sin desigualdad, sin corrupción, con justicia, por la transformación profunda de este orden social existente.

Javier, creyó que la política es una actividad social colectiva, que necesita construir partidos y movimientos que recogiendo las demandas y aspiraciones populares nos permitan avanzar en el objetivo, lo que lo llevó a militar en el movimiento estudiantil, en Vanguardia Revolucionaria, en el PUM, el PDD, el Partido Socialista, en Izquierda Unida, con Alfonso Barrantes; hasta ahora en los esfuerzos unitarios de Fuerza Ciudadana.

Con el ejemplo que nos deja, debemos asumir el compromiso de trabajar por la unidad de los sectores populares y de la izquierda, que nos lleve a ser tolerantes y respetuosos de la diversidad de pensamiento.

“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles�, (Bertolt Brecht); ante el recuerdo de Javier Diez Canseco, estas palabras suenan oportunas.

Javier, desde Puno, en nombre del PDR, de los militantes de izquierda, de los progresistas, democráticos, cristianos, de nuestras familias, un fuerte abrazo, estamos contigo; te prometemos estar de nuevo en calles y plazas, hasta que se abran las grandes alamedas de la justicia e igualdad, con las que soñaron, Cristo, José Carlos Mariátegui, Túpac Amaru, el Che, Salvador Allende, y millones en el mundo.