Friday 26.04.2024 | Actualizado 11:08 (hace 1992 días)
La injusticia social se basa en la injusticia cognitiva. La única salida sostenible para salir de la pobreza-iniquidad en esta coyuntura y compartir la utopía de un país democrático que alcance un desarrollo humano sostenible y vida digna que permita el pleno ejercicio de la ciudadanía, es a través de la educación. Pero, ¿qué tipo de educación? En Puno-región apostamos hace más de 10 años por una educación intercultural-dialógica, descolonizadora, productiva y transformadora, que posibilite la formación de personas con competencias para actuar y resolver problemas de nuestro medio y del mundo global en general. Estas aspiraciones son impostergables y constituyen un imperativo.
La interculturalidad va más allá del reconocimiento de las diferencias lingüísticas y culturales o la educación pertinente. La interculturalidad no se reduce en diseñar un currículo en una segunda lengua y/o lengua dominante para los hablantes nativos o bilingües; tampoco es el rescate de nuestras costumbres, tradiciones y mitos; mucho menos es organizar festivales artísticos, poéticos y gastronómicos. Esto sólo es folclorizar nuestra cultura, lengua, sabiduría y conocimientos. Los centros de poder han diseñado para los países latinoamericanos, como el nuestro, el plan denominado “Identidad con Desarrollo”, cuyos objetivos estratégicos están orientados al rescate y valoración del pasado, ¿con qué finalidad? En nuestro medio, sus representantes han capturado la Dirección Regional de Educación de Puno (desde hace años atrás y continúan), para distorsionar completamente nuestros proyectos genuinos y beneficiarse con las supuestas consultorías.
El Proyecto Curricular Regional (PCR) ha perdido vigencia, sentido y esencia. Sólo permite “mirarnos el ombligo” para añorar nuestro pasado histórico sin avizorar el futuro, que es cada vez más competitivo, incierto e innovador. La sociedad puneña apostó por el PCR para hacer viable la utopía de la EQUIDAD (como objetivo de la democracia), la igualdad de oportunidades entre las personas, no fue pensado y diseñado para desenterrar nuestros muertos y mitos. El PCR se concibió para salir de la pobreza y la marginación. Hoy está obsoleto y en caída libre, no existe una sola institución educativa en toda la región Puno que se gestione íntegramente bajo esta propuesta educativa, sólo es útil para folclorizar nuestra cultura y sabiduría, y para justificar las consultorías de los supuestos especialistas o expertos, incluso de algunas ONG.
¿Qué hacer ahora? Definir los lineamientos de política educativa regional corresponde a la Dirección Regional de Educación. El Proyecto Educativo Regional (PER) tiene como vencimiento el 2015, requiere actualización. Estamos en un momento de incertidumbre y caos. Requerimos de inmediato propuestas y cronogramas de contingencia, mientras se actualicen y construyan colectivamente los destinos de la educación regional. Es oportuno que el COPARE (Consejo Participativo Regional, que involucra a los representantes de la sociedad civil, autoridades, líderes sociales, medios de comunicación, maestros, estudiantes, padres de familia, etc.), presidido por el Director Regional de Educación cumpla con su rol de manera efectiva. De lo contrario, la Dirección Regional de Educación pasaría a denominarse “Dirección Regional de Administración Educativa” (por estar abocado únicamente a la labor administrativa, que no es su razón de ser como institución), y en lugar de un director de educación y su séquito de funcionarios y especialistas, sólo sería necesario un buen administrador.
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