Los Andes

Un hermano, camarada, amigo y compañero, hace un buen tiempo se encuentra mal de salud, pues quiere abatirle el cáncer. Ese gran hombre es el periodista y analista político, Raúl Alfredo Wiener Fresco, más conocido como Raúl Wiener.

Raúl es de la ciudad metropolitana de Lima, yo soy de la Comunidad Campesina de Chacas – Juliaca. Por los años de 1983 – 86, nos hemos conocido en la militancia y trabajo político del Partido Unificado Mariateguista (PUM), de manera precisa en los debates del Partido que se realizaba en la ciudad de Puno sobre la re–estructuración de las empresas campesinas asociativas y descentralización del poder político a través de la regionalización. Es un ciudadano que tiene magistrales metodologías y discursos para la militancia partidaria y público.

Raúl es un hombre de grandes ideales que están trazados hacia el tercer milenio. En estas coyunturas, de manera valiente, ha enfrentado con ideas y propuestas a la derecha política neoliberal del Perú. Debe ser muy duro confrontar desde la otra orilla del sistema imperante donde los marxistas creativos como él no tienen espacios como los que tienen los de la derecha. Raúl, a esas barreras las ha desafiado a través de su cerebro y pluma.

Él es un terco, un ser firme, de esos que como mejor testimonio tienen sus escritos y libros. En plena dictadura neoliberal de Alberto Kenya Fujimori Fujimori ha realizado un análisis del destino de esa dictadura, señalando que muy próximo estaba su desmoronamiento, y luego su caída. Y así ha sucedido (“Fujimori, el elegido del pueblo: balance del proceso político�).

Pensando que va a recuperarse, me he puesto a desempolvar toda la colección del Semanario Amauta con que cuento, tabloide que ha dirigido en los años de 1983 – 92. De igual manera me he puesto a releer mi informe y los documentos que presentamos al VIII Congreso Nacional de la gloriosa Confederación Campesina del Perú (CCP).

Todos los que, desde la militancia revolucionaria, valoramos su cabal conducta revolucionaria, sentimos la enfermedad que estás resistiendo, por eso deseo que te pongas fuerte y, como siempre, tienes que reincorporarte a tu trinchera, allí te esperan tus camaradas, trabajadores, campesinos indígenas, negritudes y pueblos.

Camarada, por pensar en las cosas que hemos hecho a favor de los pueblos y por concretar nuestros ideales, de manera franca, han quedado muy cortas lo que tenía que hablar en esta nota. ¡Fuerza y valor, Raúl! Ven pronto a reocupar tu trinchera.

(*) Juan Rojas Vargas, Secretario General de la Confederación Campesina del Perú (CCP) de 1987 – 94.